Existe, el Joven Perfecto?

Eva Mottershaw

Eva Mottershaw

Por Mary G.B

Estaba en su cuarto llorando, estaba enojada, quería que se acabara ese día pero ¿para qué? ¿Para ver mañana la cita de Volker con Madison?

No, no quería ver ni oír aquellas palabras. Era su culpa. Quería retroceder el tiempo. Se lamentaba de la peor forma pero sabía que ahora ya no contaba con ello. Todo había acabado y ahora no iba a interferir en los sentimientos de la persona que amo y que ama ni mucho menos de una buena amiga de él.

Ya era tarde, necesitaba aclarar todo.

Salió de su habitación débilmente y salió de su casa topándose con cierto joven que apreciaba mucho.  

-Eva, estas bien?- dijo el preocupado al ver a la chica pálida y llena de lágrimas.

-Simplemente fui una estúpida.- dijo y pasó de largo.

Jared no la  dejaría Eva era su amiga y más que nada una hermana para él.  

-Está bien haber cometido errores- dijo mientras la sujetaba de la muñeca.- no todo es tu culpa, a veces las cosas pasan porque hay una razón… y estoy seguro que es una buena razón.

-Lo perdí, Jared y ahora el será feliz como tanto deseaba.

-¿Cómo puedes saber eso?- la volteo delicadamente para verle.- Volker no es ese clase tipo, él también tiene sus errores y los quiere arreglar solo ten confianza que todo saldrá bien.

-Déjame ir un momento a reflexionar lo que haz dicho.- la pelirroja lo miro con una tierna sonrisa y el joven Truswell soltó su muñeca para luego sonreírle.

-Bueno, no te digo nada mas- dijo divertido.- puedo usar tu computadora? necesito ver algo.

La chica rio al oír la petición de su amigo.

-Sigues traumado con la escritora no?- le miro de reojo.- debo admitir que ella me ha ayudado mucho!

-Me gusta su sinceridad.

Se encogió de hombros y entro a la casa para dejar a la chica a solas con ella misma.

Sin más que decir, se dirigió al parque donde estaba segura que recordaría varias cosas y aclararía sus dudas. Eso deseaba.

Sentada en la grama debajo de un árbol estaba una chica muy sonrojada mirando el cielo con asombro y podía sentir su corazón latir.

-Que…- pronuncio. Aún estaba atónita por aquella tarde.- Soy una ladrona.

Se tapó la cara avergonzada. Odiaba al chico por aquello le hacía sentirse tan…descontrolada y sin poder obtener palabras sobre aquello.

-Truswell, Yo no te robe nada!- grito.

-Te ha acusado por ello?- dijo una voz femenina divertida. Madison miro hacia arriba para verle, una hermosa chica de pelo largo hasta los hombros, pecas en sus mejillas, blanca y unos hermosos ojos aunque a simple vista la chica se miraba algo ruda.- Hola, Madison.

-Eva…yo…

-Puedo sentarme?

-Claro, bueno…- miro que la chica tenía rastro de lágrimas en sus mejillas.- Estas bien?

Eva la miro, la castaña estaba preocupada.

-Eres sin duda una chica extraordinaria.- comenzó a jugar con la grama- me ha sucedido algo pero no quiero preocuparte…