día cuarenta y siete.

158K 16.7K 1.5K
                                    

Kateee.

-Kyle.

¿Qué?

-Kate.

¿Tienes chicles?

-Kyle.

No.

-Kate.

Pero hueles a mentitas y fresas.

-Kyle.

Mmm, me puse el perfume de mamá en la mañana.

-Kate.

Mentirosa. Abre la boca.

-Kyle.

¿Qué? ¡No, Kyle! Anda, tenemos trabajo. Mucho trabajo, de hecho. Concéntrate.

-Kate.

No, hasta que me des chicle.

-Kyle.

Ya decía yo que hacía mucho que no veía al Kyle infantil, hasta creo que lo extrañé. Hola, Kylecito, ¿cómo has estado?

-Kate.

¡No soy infantil! Exijo el chiclito que me corresponde como tu mejor amigo y compañero de banca. Me pertenece por derecho.

-Kyle.

No, Kyle, ¡son míos!

-Kate.

¡Así que si tenías! Mentirosa osa.

-Kyle.

¡No soy una mentirosa!

-Kate.

Me mentiste.

-Kyle.

Porque no te quería dar, Kyle. Generalmente, en circunstancias normales no te miento.

-Kate.

Esto no es posible.

-Kate.

¡Oh, vamos!

-Kate.

Esto es taaan infantil.

-Kate.

¡No me dejes en visto!

-Kate.

Tú siempre lo haces.

-Kyle.

Agh. De acuerdo. ¿Un chiclito alegrará al pequeño Kyle?

-Kate.

No.

-Kyle.

¿Dos?

-Kate.

Mmm...

-Kyle.

Está bien, ¿qué tal tres?

-Kate.

5.

-Kyle.

Un placer negociar con usted, señorita Wilson :).

-Kyle.

Un desagrado, como siempre, negociar con usted, señor West :).

-Kate.

Kate, pásame la dos [RE-SUBIENDO]Where stories live. Discover now