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Capítulo 216

¡Pequeño prodigio! La sombra de la infancia de Gu Yun

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Er Gou ha sido admitido en la academia de la ciudad y se presentará mañana, hoy es el último día que puede jugar todo lo que quiera.

Shen Ruo decidió llevar a su familia por la ciudad para divertirse un poco.

La “Residencia de Tesoros Exóticos” de la familia lleva abierta un tiempo, y la familia, además de su hermano, Gu Yun y él, ¡todavía no han venido a verla!

Pequeño Wonton estaba de nuevo en brazos de su papá, cansado de llorar, pero ahora mantenía los ojos abiertos y se negaba a dormir.

El paisaje que le rodea es algo que nunca ha visto antes, por lo que pequeño Wonton no podía dejar de mirar con los ojos muy abiertos, y cuando veía algo interesante, tenía que agitar su manita como si quisiera tomarlo.

Tras soltar un grito, Er Gou olvidó temporalmente su anterior infelicidad y echó a correr calle abajo arrastrando consigo a Lan Fan.

Lan Fan le compró dos brochetas de frutas confitadas, Er Gou se comió una para él, luego volvió corriendo y le dio la otra a Liu Shan:

—¡Mamá, tú y papá cómanlo juntos!

Shen Dashan y Li Shantao lo vieron y bromearon con él:

—¿No tienes para tus abuelos?

Er Gou entregó inmediatamente la brocheta de frutas confitadas que tenía en la mano y dijo:

—¡Hay seis frutas con azúcar en una brocheta, yo me comeré una, mi abuelo se come una, mi abuela se come una, mi tío menor se come una, mi tío Gu se come una y el tío Lan también se come una! ¿Así está bien?

Pequeño Wonton frunció los labios y balbuceó, sus ojitos se dirigieron a las frutas confitadas en la mano de su primo, escuchando hablar a tanta gente, ¡pequeño Wonton estaba desesperado!

—Ge... ¡gege! —Las manos del pequeño cachorro se tambaleaban hacia adelante, y su frentecita se arrugó, se miraba un poco ansioso.

Er Gou trotó hacia adelante, se detuvo frente al pequeño cachorro, sacudió la cabeza y le dijo:

—Pequeño Wonton, nuestra abuela dice que no puedes comerlo.

Al tener la fruta confitada tan cerca, pudo oler el espino mezclado con el azúcar, la fragancia agria y dulce le hacia agua la boca.

Pequeño Wonton tragó saliva, e inmediatamente una línea de agua cristalina cayó, mojando un pequeño trozo del babero alrededor de su barbilla.

—Ge... ¡Gege! —su aguda y tierna voz gritó ansiosamente, también abrió la boca para gritar unos cuantos “ah, ah”.

Viendo lo ansioso que estaba, Er Gou tenía una expresión difícil en su cara y miró a Shen Ruo.

—Tío menor, ¿pequeño Wonton puede darle una lamidita? —Er Gou preguntó por pequeño Wonton.

Shen Ruo recordó la vez que su bebé probó la fruta confitada, como resultado, le fue incontrolable dejarlo, pero lo primordial fue que, una vez que hubo probado algo delicioso, ya no quería la leche de oveja y tuvo que conseguirle leche de vaca, por el momento, su cachorro tendrá que seguir siendo “el abandonado”.