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Después de terminar sus comidas, Jaekyung y Dan decidieron dar un paseo por el hermoso y majestuoso jardín que se extendía más allá del ventanal del restaurante. Cruzando un umbral de marmol del edificio, se adentraron en el aire fresco de la tarde. El sol ya pintaba de un hermoso tono dorado todo lo que su inmenso haz de luz tocaba.

Dan caminaba con pasos tranquilos, su mirada se encontraba perdida entre las flores y los árboles que adornaban el jardín. La suavidad de la brisa tocaba tersamente su piel, y una expresión serena se posaba en su rostro, como si el contacto con la naturaleza le brindara un momento de paz y reflexión.

Jaekyung se encontraba a escasos pasos cerca de él, su presencia imponente pero ahora más tranquila y contemplativa. Observaba a Dan con una mezcla de admiración y arrepentimiento, sintiendo el peso de las palabras compartidas durante la comida aún frescas en su mente. A medida que avanzaban entre las flores y los senderos, el silencio entre ellos era... cómodo por así decirlo.

El jardín era un santuario de belleza y serenidad, con rayos de sol filtrándose entre las hojas verdes y las flores abiertas, que no tardarían en cerrarse por la aproximación del invierno. El sonido suave del viento entre las ramas y el trino distante de los pájaros creaban una banda sonora que envolvía en un abrazo reconfortante.

Jaekyung y Dan se hallaban en un espacio para respirar, para dejar atrás las tensiones y las preocupaciones del mundo exterior, Dan de su enfermedad y sus problemas con Jaekyung, y éste último olvidarse del dolor de su hombro, de que era famoso. Allí, entre la belleza de la naturaleza, comenzaron a forjar un nuevo camino juntos, uno marcado por la aceptación, la empatía y la esperanza de un futuro mejor.

— Es hermoso el lugar — dijo Dan, admirando un ciruelo son sus flores cerrándose.

— Tienes razón — dijo Jaekyung — Realmente te trae paz.

— Lo sé, cuando era niño siempre soñé que... Al crecer... compraría una gran casa para poder tener un jardín como este y llenarlo de flores que a mi abuela le encantaban — dijo Dan, acomodándose su gorro — El hospital en el que estuvo tenía un jardín, a ella le encantaba ese lugar, allí podía olvidar en un breve instante que estaba enferma, que su propio cuerpo la estaba matando...

— Y respecto a eso... ¿Qué fue lo que falló?

— Su tratamiento era experimental — respondió Dan, preparándose por si a Jaekyung se le ocurría burlarse nuevamente de su muerte — Al principio estaba mejorando, pero con el paso del tiempo sus mismos anticuerpos se hicieron resistentes a los factores de este... — Dan esta vez dejó que sus lágrimas se deslizaran por sus mejillas — Antes de volar a Estados Unidos para el otro combate que tuvo después del de Dominic, me llamaron que estaba en estado crítico... Por eso me fui y perdí el vuelo... Llegué al hospital, su cuerpo no aguantó y falleció esa misma tarde... Cuando volé a Estados Unidos al encontrar un vuelo, de no ser porque estaba el entrenador, hubieses sido capaz de matarme a golpes de lo enojado que estabas.

Jaekyung no sabía que responder a eso. Ahora que conocía la perspectiva de Dan comprendía más la situación... ¿Por qué nunca actuó con la razón?

— Dan... Yo... En realidad... Hay una razón por la que quería pasar un día contigo...

Dan dejó de admirar la flor y volteó a ver a Jaekyung, quien se mostraba ¿Nervioso?

— ¿Qué ocurre, Jaekyung?

Jaekyung se acercó a Dan, no tanto como para invadir su espacio personal.

— Kim Dan, sé que... que las palabras nunca serán suficientes para borrar todo el daño que te he causado, pero... debes de saber que estoy por decir esto con el corazón en la mano — dijo el azabache, quien se arrodilló.

— Lo siento por cada palabra hiriente, por cada acto de desprecio, por cada momento en que te traté con menos humanidad de la que merecías — continuó el azabache — Me duele profundamente saber que fui la causa de tu sufrimiento... Créeme que desearía poder retroceder en el tiempo y cambiar las cosas.

— Jaekyung, por fa-

— Por favor, déjame terminar — dijo Jaekyung, calmado, sorprendentemente calmado — Sé perfectamente que no merezco tu perdón, pero espero que puedas encontrar en tu corazón la compasión necesaria para permitirme intentar enmendar las cosas... Yo no espero que las cosas vuelvan a ser como antes, pero me gustaría tener oportunidad de demostrarte que puedo ser una persona mejor, una digna de tu confianza y respeto.

— Jaekyung, levántate, la gente está viendo.

— No espero que me perdones de inmediato, y reconozco que llevará tiempo reconstruir nuestra relación, si es que alguna vez es posible. Pero estoy dispuesto a hacer lo necesario para demostrarte que puedo cambiar, que aprendo de mis errores y que estoy comprometido a ser un... Un buen compañero de trabajo para ti... Y amigo, si me permites serlo.

— No sé qué decir, Jaekyung.... Me has lastimado, lacerado... y bastante.

— Lo sé, Kim... Y lo siento de todo corazón. Pero quiero que sepas que quiero estar aquí para ti, que estoy dispuesto a trabajar en ello, a ganarme tu confianza de nuevo — la voz de Jaekyung temblaba — Me importa una mierda cuánto tiempo lleve, quiero demostrarte que puedo ser alguien en quien puedas confiar nuevamente.

— Jae... Yo... — Dan no sabía que decir, estaba impactada por lo que estaba presenciando.

[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora