[Fanfic/AU] Espero no sea tarde (Jinx)

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El gimnasio estaba en un silencio incómodo después del incidente en el sparring entre Jae y Changmin. Dan, preocupado por la condición de Changmin, lo llevó a un rincón más privado para revisarlo. Jae, por otro lado, observaba la escena con una mezcla de celos y arrepentimiento.

Después de atender a Changmin, Dan se acercó a Jae, su mirada intensa reflejando la decepción y enojo. Ambos se encontraron en un lugar más apartado del gimnasio.

— ¿Qué diablos sucede contigo, Jaekyung? Lastimaste a Changmin de una manera innecesaria, es posible que no se encuentre en condiciones para su siguiente combate. Así como me has recalcado más de una vez, esto no es un juego.

— Solo estábamos haciendo sparring. Es un gimnasio de artes marciales mixtas, estas cosas pasan.

— No, no pasan así. Maldición, lo dejaste con una luxación de codo grave, no podrá pelear en meses. — Dan sonaba furioso — Lo hiciste a propósito, ¿verdad?

— No me hagas reír Kim.

—¡Deja tu maldito cinismo porque no te queda Jaekyung! — dijo Dan, que a pesar de estar completamente furioso, estaba batallando fuertemente para no perder la compostura — ¡Y por un maldito ataque de celos!

—¿¡Celoso!? Que buen chiste Kim

— Así como tu fachada de buena persona con la presna. Estoy harto de tu mierda, yo no te voy a permitir que tus celos afecten a las personas que me importan.

— Oh, ¿así que te importa?

— ¡Claro que me importa! Changmin es mi amigo y tú... tú estás cruzando límites que no deberías.

Solo estoy tratando de que entiendas que no te voy a dejar en paz hasta que yo quiera.

— ¡Deja de actuar como si fueras mi dueño Jaekyung, no lo eres! ¿Cuándo lo entenderás? No puedes controlar mi vida, ni mis relaciones.

La discusión se intensificó, cada palabra era un golpe emocional. El resentimiento y la frustración acumulados tanto en Jaekyung como Dan estaban estallando en un enfrentamiento verbal que estaba dejando marcados a ambos. La brecha entre ellos parecía cada vez más amplia.

— Changmin no debería estar tan cerca de ti. Es insoportable.

— No puedes culpar por tus problemas, Jae. No es un estorbo, es mi amigo.

— Con que amigo, ¿eh? Siempre encuentras maneras de estar cerca de él. ¿Qué pasa, Kim Dan? ¿Necesitas a alguien más a quien aferrarte ahora que no estás conmigo?

— ¡No tienes derecho a hablar así, imbécil! — sonó Dan furioso — Changmin es un amigo leal que está aquí para ayudarme, a diferencia de ti.

— Claro, amigo leal. Me pregunto cuánto tiempo pasará antes de que lo tengas en tu cama.

La atmósfera se volvió más tensa con cada palabra lanzada. Los rostros de Dan y Jae reflejaban una mezcla de enojo, dolor y frustración.

— No es comparable a lo que teníamos tú y yo.

— ¿En serio crees eso? — Jaekyung alzó una ceja — ¿O estás con él por las mismas razones que estuviste conmigo?

— No te atrevas a comparar a Changmin contigo. Y no somos ni la sombra de lo que fuimos.

— Siempre encontrarás a alguien más, Dan. Eres un imán para la compasión y la lástima. Y derrotas. Tu maldito instinto de querer salvar a todos es lo que te tiene en esta posición.

— Hablas de instintos, ¿recuerdas el ring? ¿El instinto que te llevó a la derrota?

— Es un trato que sigue vigente y que te niegas a cumplir.

— ¿Y quién propuso el trato? ¿Quién actuó por instinto en ese momento? ¿Quién fue el que pensó con el pene en ese momento?

La pregunta resonó en el aire, dejando a Jae sin palabras por un momento. La confrontación se volvía más profunda, y las heridas emocionales se exponían cruelmente. Dan buscaba respuestas, mientras Jae se veía acorralado por la verdad que prefería ocultar. La confrontación estaba alcanzando niveles que ninguno de los dos había anticipado, y las palabras lanzadas se convertían en cicatrices que marcarían su relación de manera irreversible.

— No puedes controlar mi vida, Jaekyung. Y tus celos no te dan el derecho de lastimar a las personas que aprecio — dijo Dan determinado — Y no tengo tiempo para un berrinche de un HOMBRE, DE 27 AÑOS que NO SABE MADURAR... Ya lidio con una batalla propia, Jaekyung, no necesito más dramas. 

La discusión alcanza su punto máximo, con ambos hombres intercambiando palabras hirientes y enfrentando las verdaderas tensiones de su relación.Un silencio incómodo se apoderó de la sala, dejando a Jae sumido en sus propios pensamientos y resentimientos.

— ¿Qué batalla, Dan?

— Una que no te incumbe, Jae. Así como tú me dijiste una vez que no te involucrara en mis problemas, ahora te pido que no te metas tú solo.

— No puedes solo decir eso y esperar que me quede tranquilo. ¿Qué ocultas?

— No es asunto tuyo, y hace mucho no tienes derecho a conocer todos los detalles de mi vida.

Jae, molesto por la negativa de Dan, se cruza de brazos, con una mirada de desdén.

— Entonces, ¿así es como va a ser?

— Así es como va a ser. Necesito espacio, y respeta mis límites.

Dan, frustrado y molesto, se aleja en silencio, iba a ser demasiado firme en su decisión de mantener separada la situación de su enfermedad de alguien que una vez ocupó un lugar especial en su vida... Y que nunca se mereció.