Capítulo 13

12 2 0
                                    


—Detente— Sion me sujetó del brazo deteniéndome en medio del pasillo. Se tomó unos segundos para recuperar aire al mismo tiempo que extendía una carpeta para que lo cogiera— Aquí tienes mi parte.

—¿Lo haz terminado?— no puedo evitar sonar sorprendida. Sion lo pasó por alto.

—Obvio. Aún así si no fuiste a mi casa para terminarlo juntos..

—¿En serio creíste que lo haría?— pregunté divertida, comenzando a caminar hacia mi casillero, pude sentirlo siguiéndome.

—Ya, no tienes que ser tan obvia por querer ir a mi casa.

—Ya quisieras.

—Puedo llegar a ser tan iluso, si.

—No puedo creerlo.

—Oye, mis primos han preguntado por ti. Dicen que porqué ya no has vuelto a ir.

—Vaya— aparté la mirada de mi casillero y pude ver sus ojos azules detallando mi rostro— ¿Y que les has dicho?.

—Que probablemente te han asustado con sus payasadas.— se encogió de hombros.

—¡Sabes que no dije eso!— protesté.

—¡Tenía que buscar alguna excusa!— enrojeció, alce una ceja cuando se llevó el cabello hacia atrás, visiblemente nervioso— ¿Cómo les digo que la chica que ellos pensaban que era mi novia ahora está con otro chico?.

—No tienes que decirlo de esa forma— puse los ojos en blanco.

—¿Y de qué manera debería decirlo?— murmuró. Quizá pasó una eternidad entre que me quede observando sus preciosos ojos azules y la gente iba pasando a nuestro costado observándonos extraños.

De pronto, Sion miró por encima de mi, pareció haber visto algo, pretendí girar a mirar pero fue tarde cuando sujetó mi muñeca y comenzó a estirar de mi por los pasillos.

—¡Oye! mi casillero.. suelta— le di un manotazo cuando me empujó obligándome a retroceder unos pasos quedando dentro de un salón de clases vacío. Apenas unas pocas mesas y sillas habían ahí.

Sion cerró la puerta tras de sí y me miró. Lo fulmine con la mirada y no tardé en acercarme para poder salir y largarme de aquí pero me negó el paso posicionándose frente a mi.

—¿Qué te pasa?— espeté ceñuda.

—Solo déjame probar algo— pidió. Fruncí aún más el ceño.

—¿Probar qué? no estoy para bromas Sion, dejé mi casillero abierto..

—Solo..— cerró los ojos como pidiendo misericordia, alzó las manos en señal de alto— Un minuto.. déjame probarte un minuto.

Retrocedí.

—¿Probarme? debes especificarte, no te entiendo.

O quizás sí que le entendía, y solo pretendía hacerme la tonta.

Sion volvió a abrir sos ojos. Tragué saliva cuando, a cortos pasos, fue acercándose a mi. Fue acercándose más y más a lo que me vi obligada a retroceder, visiblemente intimidada por su cercanía. Los pasos se limitaron cuando sentí mi trasero rozar con una mesa. Cuando no tuve más opción que quedarme allí, entre la mesa y Sion, alce la mirada, mi pulso estaba disparado cuando pude ver los ojos anhelantes de Sion.

—No lo hagas, Sion— el tono de mi voz salió dudosa. Él ladeó el rostro, sabiendo a lo que me refería, observó mis labios, hambriento. Los relamí sin poder evitarlo.

—¿Estas segura que no quieres que lo haga?— susurró, su rostro estaba tan cerca del mío que podía sentir su aliento rozando mi nariz. No aparte mis ojos de los suyos, incluso si se había acercado un centímetro más.

Tuilsom Donde viven las historias. Descúbrelo ahora