Royal Rainbow | Kivi

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Violeta bailaba casi por inercia al ritmo de la música. Sus amigas habían insistido en salir todas las noches de sus vacaciones en Menorca y ella, menos fiestera, había acabado cediendo a regañadientes.

Se sentía un poco sola e incómoda. No estaba en el mood para hacer demasiado caso a las posibles conquistas que se le acercaban. Eran poco más de las tres de la mañana, pero ella estaba deseando que la noche se acabara.

Entró al baño y, sin querer, le dio con la puerta a una chica que hacía cola para entrar a uno de los cubículos.

- Perdona, no te he visto - se disculpó Violeta.

- No pasa nada - contestó la chica, con mucho acento extranjero-. It was my fault, que estaba en medio.

Violeta se fijó mejor en ella. Llevaba un vestido negro que le sentaba muy bien, pero lo que más destacaba eran unas enormes gafas de sol rojas con forma de corazón que le tapaban prácticamente media cara. Tenía el pelo negro cortado a la altura de los hombros, como ella.

- Me gustan tus gafas - comentó la pelirroja, sonriente-. ¿De qué vas disfrazada?

- ¿Disfrazada? - se rio la otra-. Es my look de salir. Yo creo que me queda bien. Es divertido.

- Te queda bien - estuvo de acuerdo Violeta.

- A ti también te queda bien tu look. Me gusta tu pelo. El color - se acercó para agarrar un mechón entre sus dedos un momento-. It's beautiful.

Violeta sonrió. Le encantaba la exaltación de la belleza femenina que siempre tenía lugar en los baños de las discotecas.

- ¿No van a salir nunca? - preguntó la guiri, aporreando la puerta de los baños ocupados-. Get the fuck out!

Violeta soltó una carcajada. Le hacía gracia su tono de enfado, que no pegaba nada con las graciosas gafas rojas que adornaban su cara.

Los baños por fin se liberaron, y ambas se volvieron a encontrar frente al espejo, lavándose las manos.

- ¿Qué opinas de la música de esta disco? - preguntó la pelinegra-. A mí no me está gustando mucho. Es un poco guiri.

- ¿Y a ti no te gusta? Si no me equivoco, tú eres bastante guiri. Aren't you?

- Inglesa, sí. Guiri, never - afirmó con toda la seriedad que supo, provocando una vez más la risa de la otra.

- ¿Has venido sola? - siguió la conversación Violeta. Esa chica le daba buena vibra.

- Se podría decir que sí - dijo la inglesa, mientras se acomodaba las gafas y el pelo frente al espejo-. You?

- Con unas amigas. Pero están a su rollo.

- Entonces... ¿Me acompañas a tomar un poco el aire? Necesito un break de tanto techno.

- Yo también. Vamos - accedió la pelirroja.

La de las gafas agarró la mano de Violeta, para no perderse entre la multitud y las guio a ambas hacia la salida. Caminaron unos minutos en silencio, alejándose del bullicio y disfrutando del aire fresco de esa noche de verano.

La pelinegra frenó un rato después junto a un banco en el paseo marítimo, que en esa zona estaba desierto, y se sentó.

- Me encanta mirar las estrellas - soltó, con la vista fija en el cielo.

- Dudo que veas algo con esas gafas. ¿No te las piensas quitar? - preguntó Violeta, sentándose justo al lado.

- Ya te he dicho que son parte de mi outfit. De mi personalidad - se las volvió a ajustar.