23. Hasta lo imposible

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KYRIA:

Pisé el acelerador hasta su punto máximo sin ningún tipo de arrepentimiento por delante, estaba decidida a pasar a cualquier auto que entrara en mi campo visual, el miedo había sido reemplazado por ambición y la meta que se había plantado en mi cabeza era al menos quedar en el Top 3. A pesar de solo quedar dos vueltas para nosotros era una eternidad completa, eran minutos tortuosos en los que la sangre bombeaba con más rapidez que nunca y tenías que estar con tus cinco sentidos alertas porque en esos minutos de oro podrías hasta perder la vida.

Un ejemplo claro es la categoría Nascar (National Association for Stock Car Auto Racing, que en español Asociación Nacional de Carreras de Autos de Serie) es la más comercial y popular de los Estados Unidos y la competición automóviles de serie más importante del mundo. La particularidad de esta categoría se basa, principalmente, en que se suelen correr en circuitos en forma de óvalo y son siempre automóviles de serie, es decir, automóviles cuyo diseño básico es el de un automóvil salido de fábrica. Los motores están provistos por Chevrolet, Ford y Toyota, asegurando un nivel de competición parejo para todos los participantes.

En esta categoría se llegan a correr casi cuatrocientas vueltas; cosa que para mí es algo aburrido, pero lo más emocionante viene cuando llegan las últimas diez, la competitividad sube al nivel máximo y los corredores se convierten en caníbales ansiosos por conseguir el trofeo al final de cada circuito. La emoción los lleva a la irracionalidad y esta llega a la agresividad dando un gran espectáculo a casi dos vueltas del final. Según sus reglas, cuando llega la última vuelta todo se vale. ABSOLUTAMENTE TODO. Comenzaban los roces y empujones de manera brusca entre máquinas y eso perjudicaba a los que trataban de rebasarlos de manera limpia, los golpes contra la barrera de seguridad nunca faltaban y uno que otro auto volando por los aires debido a una colisión fuerte, algunos autos incendiándose a media carrera o simplemente una llanta reventada podrían arruinar la carrera completa. 

Aún recuerdo cuando me amanecía para ver esas carreras y las veía en la televisión de la sala, y cuando estaban por terminar eran casi las cinco de la mañana y mamá se levantaba para alistarse. Justo pasaba un accidente y se quedaba horrorizada viendo la imagen en la pantalla grande, me gritaba toda histérica que ya me fuera a dormir y que nunca más me daría permiso para ver esas cosas con "ideas suicidas".

Vi la bandera blanca flamear en el puesto correspondiente e hice mi último cambio, volví a pisar el acelerador y la fuerza G me mandó hacia atrás, solté un último suspiro antes de acercarme más al auto delante de mí, el rugido del motor lo sentía en mi oído pero los gritos de la gente eran aún más fuertes porque podía escucharlos sobreponiéndose a los caballos de fuerza que tenía mi auto, doblé en la curva y mi contrincante hizo lo mismo, doblé unos microsegundos antes e intenté avanzar por el interior, cosa que funcionó por unos segundos antes de ver el auto a mi lado, era Alexa. La concentración con la que miraba al frente sin importarle lo demás me dio a entender que no me iba a dejar libre el camino, cosa la cuál agradecí, necesitaba lucirme y este era el momento perfecto.

Apareció otra curva y desaceleré de golpe dejando que ella me pasara, sin embargo a los segundos volví a acelerar y en el momento en que ella soltó el pedal por la curva yo ya estaba saliendo de esta con una ventaja de dos segundos.

El truco de la tijera es muy conocido por su forma limpia y simple de rebasar a tu contrincante sin ningún tipo de esfuerzo, se usa en su mayoría de veces en las curvas cerradas o con otra curva siguiente, es una manera de hacerle creer a tu oponente que logró tener el control sobre ti pero solo lo usaste para obtener mucho más impulso y velocidad buscando un hueco por el cuál pasarlo.

Sonreí satisfecha de mi maniobra y volví a mover la palanca de cambios, di un acelerón y el auto se elevó suavemente, me aproximé a mi próximo objetivo. 

Inquebrantable (en proceso)Where stories live. Discover now