Inquebrantable (en proceso)

2. Solo será esta vez

-Resuelvan los ejercicios pares de la página 206 en la hoja blanca, al finalizar la clase me los entregan para corregirlos - anunció el profesor mientras se sentaba en su pupitre a revisar exámenes. Me froté los ojos cansada y comencé a resolver el primero, me salió el resultado y sonreí para mí misma, saqué mis audífonos de cuerda y me coloqué uno en la oreja derecha, seguí en mi mundo hasta que sentí dos toques en mi hombro, me giré molesta porque estaba a punto de sacar la respuesta del segundo ejercicio - Mira esto - Maverick me extendió su teléfono y vi lo que estaba en la pantalla - Grabé las vueltas de Graves en la carrera del Domingo pasado - miré el video con detenimiento - ¿Es la misma pista que... -

-Sí, "esa" pista - asintió con la cabeza - Noté una diferencia en la curva 3, él va por fuera, en el juego también te dice que vayas por fuera pero... - hizo una pausa y retrocedió el video hasta que el auto estaba en la curva, lo pausó y señaló con su índice el hueco interior - Ese espacio es perfecta para que un auto pueda rebasarlo - analicé el video en pausa. Maverick tenía razón, ese espacio entre el piano y el auto de Graves era perfecto para que un auto pueda entrar sin problemas, sin embargo algo no me cuadraba - ¿Entonces por qué nadie lo rebasa? -

-No se arriesgan ya que ese movimiento implica demasiada precisión - hizo zoom a la imagen - Pero en GT sport no hay peligro de que tu auto sea destruido y...

-Puedo romper el récord en Brighton - completé la oración y sonreí ladinamente - eres un genio niño - alboroté su cabello y le devolví el teléfono.

Maverick Lister. Lo conocía desde que tenía cinco años, nuestras mamás eran muy amigas y quisieron el mismo futuro para nosotros. Jugábamos juntos, hacíamos travesuras y berrinches juntos y tanta fue nuestra cercanía que cuando teníamos doce años la gente que nos veía pensaba que éramos hermanos aunque sinceramente no veía el parecido. Él era la perfección en persona, sus ojos eran café claro que resplandecían como diamantes bajo sus pestañas perfectamente rizadas y sus pobladas cejas, su mandíbula marcada inspiraba elegancia y pedía a gritos que alguien fuera y le dejara besos ahí, sus pómulos ligeramente hinchados, hoyuelos tiernos y coquetos, figura esbelta y musculosa con 1.80 de estatura, cabello castaño, suave y ondulado que hacía parecer que recién se había levantado. Muchos dicen que es un privilegio tenerlo de mejor amigo casi hermano, aunque en realidad no lo soporto más de dos horas, es demasiado extrovertido y charlatán, muy curioso y a veces algo tonto. 

- Señorita Wallace ¿tiene algo que decir? La veo muy conversadora - el profesor me miró serio y negué con la cabeza avergonzada, agaché la cabeza y volví a mirar el ejercicio de matemáticas, tomé mi lápiz y terminé con la respuesta, pasé al siguiente y al siguiente y seguí así hasta que la campana me sacó de la monotonía en la que había entrado resolviendo ejercicios, levanté la mirada y vi que todos se estaban levantando de sus sitios con la hoja de ejercicios, hice lo mismo mientras en el camino ponía mi nombre, apellido, sección, grado y fecha. El profesor recibió mi hoja y me di media vuelta, caminé unos cuántos pasos y vi a Maverick en la fila para entregar la hoja - ¿Me esperas para ir al receso juntos? - gesticuló y asentí. Guardé mis cosas dentro de mi carpeta y saqué mi "lonchera", que consistía en un melocotón, una barra de cereal y mi botellón de agua, vi a Maverick correr a su pupitre y guardar todo apurado, sacó su billetera y me miró con una sonrisa - ¿Nos vamos princesa? - 

-Ay que caballero tan respetuoso - hice una reverencia delicada y salí primero, Maverick se puso a mi lado y bajamos las escaleras para el patio. Las chicas lo saludaban con una sonrisa coqueta y "tierna" mientras que a mí me miraban con asco y envidia. 

-Amo cómo te miran, parece que están viendo a alguien superior - Maverick rompe el silencio y me codea con diversión a lo que respondo con un empujón algo fuerte que no lo inmuta en nada.