Prohibido

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    Me prohibieron acercarme a él.

    El enojo ardió en mi interior, saliendo en una llamarada con forma de una frase: «Con lo que me gusta llevar la contraria». Luego le siguió la firmeza que he estado forjando en mi interior al luchar con mis miedos durante todo este tiempo desde que me he enamorado de él.

    Quizás solo se trataba de una broma, una muy mala que terminó pisando una mina terrestre de donde aparecieron todas las malditas veces que he escuchado esa frase. «No te juntes con...», la detesto, he estado del lado que la recibe y muchas otras ha sido mi propio nombre el que la completaba hacia alguien que consideré amigo alguna vez.

    Quizás era una mala forma de recriminar el dejarlas solas, pero el hecho que saliera de la boca de ella, la dueña del brillo en sus ojos y del nombre que siempre se escapa de sus labios al caminar a mi lado, hizo que todo... explotara dentro.

    Estoy segura que de disimulado no salió nada, es que el mundo adentro mío ardía con una fuerza atroz, porque inconscientemente ya me estaba adelantando a lo que siempre termina pasando. Fui firme con lo que siento por él, broma o no, es lo que he aprendido, al menos si al final termino sola de nuevo sé que fui siempre fiel a mí misma.

    Y él me preguntó qué había ocurrido y con el fuego en mi boca lo dije, hasta esa maldita frase. Noté como daba dos pasos lejos de mí sin siquiera moverse de su banco, quizás le había lastimado en mi modo de querer asegurarle que, si él todavía quería, no me alejaría de su lado.

    Más no pude evitar tomar su silencio, durante las siguientes dos horas, a modo de respuesta.

2023

Caramelos de mentaWhere stories live. Discover now