Aquel caramelo que te pedí no supo a gloria, ni siquiera se comparaba con el fuerte aroma a menta que inundaba la sala desde que habías abierto el primer envoltorio.
Te pedí un caramelo, tras un debate interno de cómo hacerlo y sin pensar en si estaba bien sucumbir a la tentación que aquel aroma me había causado.
Caramelo de menta, como un rubí aparecía en mi mano tras retirar el papel.
Fue el pequeño gesto y la sutileza del roce lo que abrigó mi alma en aquella noche de otoño; noche en que tuve que aceptar que jamás fue hacia ese caramelo la tentación y curiosidad que sentía.
2023
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Caramelos de menta
PoetryÉl tiene en sus ojos el cielo nocturno, con un millar de brillantes estrellas... pero sin luna. En su sonrisa el amanecer y en sus bolsillos caramelos de menta. Inesperadamente se coló en mi corazón; arregló algunas cosas, rompió algunas otras y al...