Mi corazón duele, porque el miedo asfixia y no me permite ignorarlo por mucho rato. Me señala que debo arrancar esto de mi corazón antes que este termine roto, pero no se da cuenta que en ese proceso que señala seré yo quien tenga que hacerlo añicos.
No me he cruzado con sus ojos más que por un breve instante hace cuatro días. Ni su voz, ni su perfil, ni su sombra siquiera. Sé que no ha sido posible, pero a medida que el tiempo pasa sin verle los miedos me comen y hacen que la espera se vuelva angustiante.
No lo sé, solo espero verle, aunque también temo que por alguna cosa les de leña a estos y me quemen viva hasta hacerme entender que tenían razón.
Temo verle, pero quiero verle. Al menos su figura de espaldas, su perfil o esos ojos que saben callar estos miedos.
2023
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Caramelos de menta
PoetryÉl tiene en sus ojos el cielo nocturno, con un millar de brillantes estrellas... pero sin luna. En su sonrisa el amanecer y en sus bolsillos caramelos de menta. Inesperadamente se coló en mi corazón; arregló algunas cosas, rompió algunas otras y al...