Capítulo 17

4.4K 175 11
                                    

Violeta's pov:

-¿Qué me estás haciendo Kiki?

La abracé de nuevo, sintiendo aún el tacto de sus labios sobre los míos. Un cosquilleo agradable me recorre todo el cuerpo y me pregunto de donde he sacado la valentía para besarla.

Por mi cabeza pasa fugazmente la imagen de Sara, pero decido apartarla para disfrutar del momento, ya tendré tiempo para remordimientos más tarde. En ese instante solo quiero pensar en Chiara, en lo que acaba de pasar, en sus brazos rodeando mi cuerpo y mi cabeza encajada entre su cuello y su pecho.

-No soportaría estar aquí sin ti - Dice contra mi pelo. 

Tanto tiempo negando lo que sentía por ella, toda esta semana apartándome intentando evitarlo, engañarme a mi misma diciéndome que  se me pasaría rápidamente...  Esto no se me iba a "pasar", Chiara es demasiado especial.

-Estaré fuera esperándote.

Nos quedamos en esa posición, sintiéndonos la una a la otra y encontrando consuelo en nuestra cercanía.

Tras un tiempo tuvimos que irnos a la habitación, esa noche volvió a dormir conmigo. Entramos juntas en la habitación y yo me tumbé en mi cama mientras esperaba a que Kiki dejase todas sus cosas, después se acercó a mí y ocupó su sitio de la cama.

- Llevo durmiendo fatal desde el viernes - Dijo tapándose. - Estaba preocupada por si a cierta pelirroja le había molestado algo de lo que había hecho.

Sabía que decía esas cosas en broma, pero en el fondo era lo que había sentido y haberla hecho sentirse mal era algo que no me iba a perdonar. 

-Lo siento mucho, no me voy a volver a alejar así. - La abracé y besé su frente.

Chiara se durmió a los pocos minutos dejándome sola con mis pensamientos. 

¿Qué iba a hacer con Sara? Era evidente que mi relación con ella estaba más que acabada, las sesiones con la psicóloga y lo que empecé a sentir con Chiara me habían hecho darme cuenta de que eso no era lo que quería en mi vida... 

Pero Sara seguía siendo una persona demasiado importante para mí y aunque no lo fuese, no quería dejarla como la cornuda de España. Yo no soy así.

Sabía que al día siguiente Chiara y yo tendríamos que hablar y aclarar las cosas, hablar del beso y de como vamos a gestionar lo que sea que hay entre nosotras, pero fuera cual fuese el desenlace de esa conversación yo también tendría que hablar con Sara.

No sabía si Noemí podría hacer una excepción y dejar que llamásemos a los familiares, quizás solo me dejaba mandarle una carta, pero no creía que esa fuese forma de terminar la relación.  Sara se merecía una conversación, se merecía que le diese una explicación, no iba a ser tan cabrona como para dejarla con una carta.

Pensé en cómo reaccionaría, en qué pasaría con todas las cosas que fui dejando en su casa o  con las que ella dejó en la mía, en el disfraz que le había dejado a mi hermana y en mis libros que cogían polvo en su estantería esperando que algún día se decidiese a leerlos...

¿Cómo habíamos acabado así? Sara, antes de ser mi novia, había sido una de mis mejores amigas, no podría explicar con palabras la conexión que existía entre nosotras... Echaba tanto de menos eso. 

La relación había desgastado notoriamente nuestra amistad, si bien al principio todo era maravilloso y estábamos más unidas que nunca el paso del tiempo sumado a las inseguridades de cada una fue haciendo que todo fuese diferente.

No recordaba cuando había sido nuestra última noche de pelis(con 18 años adorábamos quedarnos tardes enteras viendo los juegos del hambre o divergente), cuándo había sido la última vez que quedamos con Naira para ir al parque de siempre las tres juntas a hablar y comer pipas(los celos de Sara habían hecho que ya apenas hablásemos con la que fue nuestra amiga desde los 16 años), cuándo había sido la última vez que nos lo pasamos bien de fiesta juntas, cuando había sido la última vez que estuvimos más de un mes sin discutir...

Esa noche me permití llorar por ella, no por Sara, mi novia, si no que lloré por Sara, la compañera de risas que había perdido la Violeta de 15 años; por Sara, la persona con la que pasé mi primera borrachera; por Sara, la persona con la que lloré cuando me dejó mi primer novio...

¿Cómo habíamos llegado hasta ese punto? ¿Cómo nos habíamos permitido perdernos tanto? Necesitaba que Noemi me dejase hablar con ella, explicarle todo lo que sentía y que nuestra relación volviese a ser como antes de estar juntas.

Esa noche lloré lo que no había llorado en este último año de relación.

Después de varias horas en las que no pegué ni ojo Chiara se despertó. Apenas podíamos ver nada con la oscuridad de la habitación pero yo sabía que se había dado cuenta de que estaba llorando. 

-Vivi... - Susurró.

Pasó su mano por mi hombro y acarició mi cuello hasta llegar a mi cara, ahí limpió las lágrimas rebeldes que caían por mis mejillas.

-Todo va a estar bien - Dijo mientras se movía haciendo que fuese yo la que quedaba apoyada en su pecho - Vamos a estar bien. 

Me sorprendió que no pensase que estaba así por la nominación, me sorprendió lo bien que me conocía y lo comprensiva que estaba siendo. Chiara sin duda era un regalo que me había hecho el destino.

-Te quiero - susurré cerca de su cuello y en cierta medida deseé que no lo hubiese escuchado por miedo a su respuesta. 

-Y yo a ti. - Besó mi cabeza y empezó a acariciar mi espalda.

Recorría con sus dedos mi columna vertebral, pasaba entre mis omóplatos y masajeaba suavemente mis hombros liberando toda la tensión que tenía guardada. 

Finalmente, gracias a sus caricias y al ritmo pausado de su corazón en mi oreja conseguí dormir.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 18 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

I kissed a girl - Violeta y ChiaraWhere stories live. Discover now