Capítulo 15

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Violeta's pov:
Era la noche de la gala, el final de la semana había sido... raro.

Había decidido alejarme de Chiara porque estaba empezando a sentir cosas que no debería, pero el hecho de tener que cantar juntas no me lo estaba poniendo nada fácil.

Parecía que entre Chiara y yo todo seguía igual, pero ambas sabíamos que no. El viernes había sido un día muy extraño, intenté alejarme de ella pero el ensayo de después de la cena me dejó claro que no iba a ser capaz. Sabía que había estado mal ignorarla durante la tarde, pero después de lo que pasó en la sala de ensayo pensé que estábamos bien, por eso me sorprendí tanto cuando vi como se metía en su cama en vez de venir a la mía como hacíamos cada noche pero no podía culparla.

Y después de lo que pasó el sábado(o mejor dicho de lo que no pasó) fui yo la que decidí poner más distancia de por medio y esa decisión me estaba matando.

El sábado habíamos estado como siempre, no hablamos de lo del día anterior, pero todo cambió cuando llegó la noche.

El segundo pase de micros nos había ido bastante bien a todos, por lo que estábamos relajados. Pusimos música de galas anteriores y empezamos a bailar, hasta que en algún momento alguien fue a coger  uno de los pintalabios que teníamos en el baño y desató la locura.

Acabamos todos con la cara pintada de rojo, algunos simplemente tenían algún dibujo y otros tenían palabras. Nos lo estábamos pasando genial.

En un momento Kiki me pilló desprevenida, se acercó por detrás con un pintalabios azul intentando pintarme la cara.

-¡Kiki! - Grité empezando a forcejear con ella intentando evitar que la barra azul tocase mi cuerpo.

En el forcejeo caímos en uno de los sillones de la sala y ella consiguió pintarme. Con la risa apenas éramos capaces de respirar así que nos quedamos allí sentadas viendo como el resto se divertían y ahí vi mi oportunidad.

Cogí el pintalabios que Kiki había dejado a un lado y me acerqué rápidamente a su cara. Cuando se dió cuenta ya tenía una raya azul atravesándole la mejilla.

- ¡VIOLETA! - me grito apartándose.

-¿Estamos en paz? - pregunté riéndome de su cara. Le ofrecí mi mano para sellar la paz y ella la aceptó.

Nos quedamos allí sentadas un tiempo y ella se apoyó en mi hombro. No decíamos nada, solo observábamos a nuestros compañeros mientras se divertían.

En un momento me giré hacia ella y supe que estaba perdida. Tenía toda la cara pintada, le brillaban los ojos mirando a nuestros compañeros y una sonrisa tonta adornaba su boca. Mi mirada alternó entre sus ojos y sus labios más veces de las necesarias, ella también me miró y en un impulso me acerqué buscando acortar la distancia entre nosotras.

Por suerte, la poca cordura que me quedaba decidió hacerse presente en ese momento y paré antes de llegar a mi destino. Me quedé a medio camino de sus labios y giré la cara antes de que se pudiese dar cuenta, como si mi objetivo fuese decirle algo al oido. Sinceramente, no recuerdo qué le dije, no recuerdo nada de esa conversación. Solo la recuerdo a ella.

Después de eso tuve una seria conversación conmigo misma, tenía que parar, separarme, lo que estaba haciendo no estaba bien. Así que eso fue lo que hice.

Ese día fui la primera en irme a la cama y me coloqué cerca del borde de la cama, alejada de la pared, de forma que a Chiara le fuese imposible tumbarse cuando llegara. No era lo que quería hacer, quería seguir durmiendo con ella, pero era  lo que tenía que hacer.

A partir de ahí todo fue raro, nuestra relación no era demasiado diferente, pero no había el mismo nivel de cercanía y complicidad, aunque supongo que ese era mi objetivo.

Habíamos vuelto de peluquería y maquillaje y estábamos ensayando por última vez antes de la gala. Nos salía increíblemente bien. Una de las últimas veces que lo ensayamos sentí de nuevo la necesidad de besarla al acabar la actuación.

Pensé en lo bien que quedaría un beso con ese himno. Pensé en preguntarle "Should we kiss?" y hacer como si no fuese importante para mi, como si el corazón no me fuese a mil solo con pensarlo. Pero no lo hice, no dije nada.

Ensayamos alguna vez más y después fuimos a cenar. No podía parar de pensar en ella y en lo que significaba para mi.

Como se me había acelerado el pulso solo de pensar en sus labios rozando los míos, lo vacía que me sentía al dormir sin ella y lo mucho que echaba de menos nuestras conversaciones antes de dormir. Joder... ¡Qué solo llevamos tres días así! Tengo que dejar a Sara.

En cuanto ese pensamiento, tan claro y directo, llegó a mi cabeza ya no pudo salir de ahí. Fue como aceptar que me gustaba Chiara, no era justo para Sara que siguiese con ella si me gustaba otra persona, pero estábamos en la academia, no podía dejarla, no así, no desde allí dentro.

Mi cabeza no paró de dar vueltas en toda la noche, tanto fue así que nuestra actuación salió mal. No estaba conectada, no podía concentrarme en la canción, mis pensamientos lo ocupaban todo.

Finalmente me nominaron por segunda vez, ya llevaba dos de tres galas, pero sentía que esta vez me lo merecía.

Los nominados éramos Salma, Denna, Paul y yo. No podía imaginar una situación peor que esta, solo esperaba que me salvasen, dos de mis personas favoritas estaban junto a mi y no podía imaginarme nominada con ninguna de ellas.

Cuando Noemi dijo que salvaban a Paul sentí que algo dentro de mí se rompía, las dos nominadas estaban entre Salma, Denna y yo.

A la orden de Chenoa, nuestros compañeros empezaron a darle la vuelta a sus pizarras, no pude evitar sonreír al ver que Chiara me salvaba a mi. Finalmente, los compañeros salvaron a Salma, no entendía nada.

Denna y yo nominadas, "compitiendo" por ver quién se queda en el programa. Denna y yo, después de estar juntas desde el principio de los castings. Solo quería llorar, pero no iba a hacerlo en el plató.

Abracé a la rubia y besé su frente, ella se apoyó en mi y nos quedamos así hasta que acabó la gala y la post gala.

También volví sentada con ella en el autobús que nos llevó de vuelta a la academia.

- Esto no puede ser - Denna seguía sin aceptar la situación. - No puedo estar nominada contigo, me daría igual estarlo con otra persona, pero contigo no.

Las lagrimas volvieron a salir por sus ojos, apenas había parado de llorar desde que supimos que estábamos nominadas. Yo, en cambio, no había soltado ni una lágrima, estaba en shock.

Esta podría ser mi última semana en la academia, mi paso por operación triunfo podría acabarse. Solo de pensarlo un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba a abajo.

I kissed a girl - Violeta y ChiaraWhere stories live. Discover now