Capítulo 23. Juguete entrenador

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Se quedó dormido durante el resto de viaje de camino a casa, estaba demasiado agotado, cansando de tanto martirizarse y culparse por lo ocurrido, no sabía que le había pasado a Luhan con su padrastro y la verdad es que ya no tenía tantas ganas de saberlo. Sólo quería llegar a su casa, descansar y comenzar el entrenamiento ya que tenía un motivo de peso para darle la mayor de sus palizas al equipo contrario. Había errado y lo sabía, pero la victoria limpiaría parte de su pecado, la humillación pública a la que sometería a todo el instituto limpiaría parte de su culpabilidad aunque no por hacerlo se justificaba lo que le hizo a Luhan.

- Señorito, hemos llegado- la voz del chofer lo sacó de sus sueños.

Abrió los ojos molesto, seguía cansado pero su cama era mucho mejor que el coche.

Salió del auto y se metió en su casa en dirección a su cuarto. Su cuerpo tambaleaba de un lugar a otros mientras sus piernas luchaban por levantarse del suelo para dar otro paso más. Abrió la puerta con esfuerzo y se quitó la camisa tirándola al suelo, arrastró las piernas hasta la cama tirándose de golpe, quería quitarse los zapatos pero en menos tiempo de lo que creyó posible se había quedado dormido.

Se despertó a causa de la asfixia, le costaba respirar, algo oprimía su pecho ahogándolo. Abrió los ojos casi jadeando pero al intentar incorporarse un peso se lo impidió. Se giró a mirar que tenía encima cuando se le congeló la sangre.

Con su pelo castaño acariciando su pecho sin ropa, su pequeño cuerpo abrazándolo como una almohada, su aliento golpeando su piel con su respiración calmada marcando su ritmo cardiaco. Inconscientemente su mano viajó hasta su cabello por atracción, para apartarlo y dejar ver el rostro que ya conocía perfectamente y era el culpable de su agotamiento físico y mental.

- Lu~... - murmuró cuando su rostro se vio liberado del pelo.

El chico se removió como un niño con el contacto de su piel, volviendo a ocultar su rostro en su pecho.

- ~Un minuto mas mama~... - se quejó entre sueños.

"¿Qué haces aquí Luhan?" se preguntó con los ojos fijos en el chico.

No lo comprendía, giró el rostro hacia el reloj que tenía en la mesita confirmando que efectivamente era la hora en la que Luhan solía estar en su casa, lo cual significaba que había faltado a clases y al entrenamiento ese día.

- ¡Joder!- gritó llevándose las manos a la cabeza.

Su grito hizo que Luhan alzara la cabeza desorientado buscando algo por todos los lados. En cuanto sus ojos se toparon con los de Kai, descendió viendo la posición en la que se encontraba y como si el cuerpo del capitán fuera una granada, saltó para alejarse de él con tanta fuerza que terminó cayendo de la cama de espaldas.

- ¡Auchhh!- se quejó cuando se escuchó el golpe de su espalda contra la madera que cubría el suelo del cuarto de Kai.

Kai se arrastró por la cama hasta el borde donde se calló el presidente del club de matemáticas y desde ella se quedó observándolo en el suelo. Había sido gracioso la forma en la que se había caído y tenía que admitirlo.

- ¡Aishhh! Duele... duele...- dijo acariciándose las nalgas que aterrizaron en el suelo.

- Jajajjajja ¿quién te manda saltar como un gato?-

- ¿Y por qué despiertas a la gente de ese modo?

- ¿Y por qué te cuelas en el cuarto de la gente dormida?

- ¿Y por qué la gente duerme como un cadáver cuando tiene compromisos?

- ¿Por qué esa gente decide cuando tiene sus compromisos?-sonrió Kai apoyando el codo sobre la cama y su rostro descansó sobre la mano mirando a Luhan en el suelo.

Juguete de dos (SeSoo & KaiLu) Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora