11. Conflicto

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"Puedes intentar evitarlo tanto como quieras, pero en algún momento tendrás que venir." Miles hizo una mueca, agradecido de que su asistente en Londres no podía verlo. Ella ya sonaba suficientemente molesta, pero aguantándose las ganas de ser cruel. La escuchó murmurar algo en el fondo antes de que ella suspirara. "Las cosas están estables por ahora, la construcción también y eso que apenas pondrán los cables de electricidad así que no necesito tu presencia por la siguiente semana, pero vendrás aquí o arrastraré tu trasero en un vuelo por mi cuenta."

Cerrando los ojos y apoyándose en su silla, Miles dio una vuelta. "¿Una semana?" Se masticó el labio y abrió los ojos para el techo de su oficina. "¿Por cuánto tiempo me necesitas ahí?"

"No lo sé, un par de semanas a lo mucho por los trámites y permisos de operación. No lo sé, tú conoces el proceso mejor que yo así que te necesito de todas formas."

"Supongo que tengo que hacerlo. Um..." Le dio una mirada a su calendario. En una semana... "Pasaré Halloween en Londres."

"No suenes como un niño. Esto es importante, sea lo que sea que tengas sucediendo en el momento, puede esperar un poco." Ella exhaló pesadamente. "Entonces, ¿cuento contigo? Tengo que reservar tu vuelo y estadía, así que responde ahora... tengo una cita con un sexy leñador más tarde, así que no puedo enfocarme completamente en ti, jefe."

Miles se rió. "Está bien, hazlo. ¿Solo fuiste a Londres para buscar suerte? Me pareció raro que aceptaras sin discutir."

"Bueno, son como unas vacaciones estresantes en un país que siempre quise visitar. Por supuesto que iba a probar suerte. Aquí son guapos y elegantes, jamás encontraría eso por allá." La escuchó reír. "Además todos los gastos van a ti, ¿qué más puede una mujer pedir?"

"Tu jefe debe estar gastando una fortuna en ti."

"¡Eso espero!"

Sacudiendo la cabeza, él se rió y se puso de pie. "Bien. Entonces reserva algo agradable para mi, llevaré a Rosie conmigo."

"Lo tienes. Nos vemos en una semana."

"Adiós."

Eran las seis de la tarde, lo que significaba que tenía que cerrar. Sus empleados se despidieron de él mientras revisaba las instalaciones y luego salió, cerrando él mismo antes de subir a su auto y conducir a casa. No es como si su corazón estuviera latiendo más rápido por saber que encontraría a Tom ahí, sino porque tenían una cita esta noche. Más como una cita con todos los amigos de Tom, y no iba a mentir y decirse que no estaba nervioso, porque eso era lo único en lo que había estado pensando en todo el día.

Se supone que se reunirían en un club gay bastante concurrido de la ciudad a las ocho. Y Tom fue bastante claro en explicar que era un club privado y no un club común, así que no tenía que sentirse nervioso. Miles no tenía ningún problema en ir, pero le hacía preguntarse si sería demasiado obvio para ellos que él no era... bueno, no era gay. Estaba aceptando el término bisexual, pero definitivamente no estaba totalmente atraído hacia hombres.

Desviándose un momento al supermercado, él se tomó el tiempo para tranquilizarse y comprar algunas cosas que necesitaban en la cocina y también algunas cosas para Rosie en el departamento de mascotas. 

Dos personas. Había estado en dos relaciones toda su vida. Michelle y Tom, y era prácticamente un túnel de visión en ambos casos. Pero nunca fue el tipo de persona que va mirando a las personas por la calle y evaluándolas, así que prefería establecerse con un 50/50. También estaba preguntándose si no incomodaría a sus amigos, y también si él se sentiría incómodo con ellos. Lo último no le preocupaba tanto como lo primero, porque él tenía a Ariel y sabía que ella no era nada más que una gran mujer y jamás se sintió tenso al estar con ella.

same mistakes [historia corta)?]Where stories live. Discover now