10. Dilema

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"¿¡En un mes!? ¿Has perdido la cabeza, Tessa?" La madre estaba de tres tonos de rojo de ira. "¿Quién demonios planea una boda en maldito mes?"

"Grantt y yo nos iremos una semana después de la boda y no regresaremos por años. ¿Esperabas que celebrara mi boda sin ustedes? Estoy de vacaciones, necesito hacerlo mientras puedo antes de entrar a la Antártida y decirle adiós a la civilización." El novio estaba muy quieto, ojos evitando la mirada asesina del padre y tan pálido que parecía que iba a desmayarse si alguien respiraba muy fuerte. "Estás haciendo un escándalo de nada, mamá. ¿Qué está mal? ¿Cuál es el problema? Has conocido a Grantt desde que nació. Vamos."

"Pero... pero..."

Miles cortó su filete con suavidad y en silencio antes de meterse el pequeño pedazo a la boca. No estaba acostumbrado a este tipo de situaciones a la mesa, especialmente cuando sus padres eran más del tipo pacifista. Pero en una familia de tan tamaño, supuso que era imposible evitar malentendidos. Y, bueno, podía entender que la madre estuviera tan enojada. Las bodas usualmente tomaban meses en prepararse. ¿Finales de octubre? Eran apenas cuatro semanas desde ahora.

"No puedes solo darnos una noticia así de la nada, Tess." El padre estaba frotándose los ojos con las palmas de las manos. "¿Una boda en un mes? Al menos dime que ya tus padres lo saben," dijo mirando a Grantt fijamente. El chico aspiró una respiración profunda. "¿Están de acuerdo?"

"E-ellos saben que el tiempo que tenemos es reducido y que la investigación en la que participaremos será extensa y en un área donde apenas tendremos algo de comunicación con el exterior. Por eso... por eso, Tessa y yo creímos que lo mejor sería hacer la boda tan pronto como sea posible. Porque los amamos a todos ustedes." Grantt tragó con fuerza y sostuvo la mano de Tessa dentro de la suya. "Haremos la boda con tan poca anticipación porque no sabemos cuándo será la próxima vez que los veamos." 

"Podrían pasar años." Tessa tenía los ojos húmedos, mirando a sus padres mientras la mesa estaba en profundo silencio. "No quiero irme y saber que tengo problemas con ustedes. Los necesito, y los quiero en nuestra boda. Por favor."

Su madre se sentó, pasándose las manos por el rostro. Miles miró a Tom, que se levantó y fue a la cocina por un momento. Después regresó con dos vasos de cristal con un poco de líquido marrón brillante. Se los dio a sus padres y les dio una palmada en los hombros antes de deslizarse a su lado. Tom le dio un guiño y una sonrisa.

Para su sorpresa, los padres tragaron el líquido de un solo intento. Ambos se quejaron y jadearon, pero parecían estar mejor.

"Agh, maldición. Como sea." Su madre sacudió la cabeza y se cruzó de brazos, pero su expresión era más suave y comprensiva. "Está bien. Pero será mejor que sea una gran boda, enorme y ruidosa o jamás se los perdonaré."

Tessa y su novio saltaron de sus asientos y fueron a abrazar a los padres.

"¿Cómo sabías que dirían que sí?" le preguntó a Tom, inclinándose hacia él hasta que tenía un brazo rodeándole los hombros y la cabeza de Tom contra la suya. Podía ver las lágrimas en los ojos de los padres mientras seguían regañando a los novios. Era una imagen que jamás olvidaría como alguien que creció siendo hijo único. "Son muy dulces."

"Podría contar con la palma de mis manos las veces que nos han dicho que no." Tom le dio un beso en la cima de la cabeza y frotó su hombro a lo largo. "A menos que hiciéramos algo terrible, ellos jamás nos negaron nada. Y Tessa es su bebé, la princesa de la casa. Era imposible que ellos se negaran."

Miles sonrió mientras veía a la hermana mayor y su esposo entrar a la  sala con todos los niños y sobrinos y el pequeño Cole también. Tomó una profunda respiración y frotó su rostro contra la garganta de Tom, tomando un bocado del aroma de su perfume. "Me gusta tu familia."

same mistakes [historia corta)?]Where stories live. Discover now