CAPÍTULO 8 | JEN

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Estaba asustada. Me habían disparado como veinte de esas jeringuillas, y la mayoría de ellas me habían inyectado el fluido. Comencé a respirar rápidamente por culpa de los nervios.

- Los síntomas aparecerán dentro de dos días -dijo Jorge mirando a mi hermano, y después mirándome a mi-. En menos de una semana habrás perdido la cordura. Serás como todos los demás.

Tragué saliva. Me asustaba pensar que en menos de una semana ya no sería la misma. Miré a todos, uno a uno, todos parecían estar preocupados por mi, menos Eileen y Airon, que estaban tranquilos. Sacudí la cabeza de un lado al otro. No entendía nada, un grupo de críos que acababamos de conocer se preocupaban mas de mi que mis propios hermanos.

- Sigamos -cogí mi mochila que se encontraba en el suelo y me la puse sobre la espalda-. No nos queda mucho para llegar a Denver, y prefiero dormir bajo un techo que en un lugar abierto.

Actué como si no me importara lo que acababa de pasar, como si me diera igual que el virus circulara por mis venas, que perdiera la cordura,... como si nada me importara.

Me puse a caminar, y escuché a los demás detrás de mi, seguramente hablando de lo ocurrido. Intenté contener las lágrimas, pero terminaron deslizandose por mis mejillas. Rápidamente las aparté con el brazo, por si alguien me veía.

Ahogué un sollozo, y me llevé la mano a la boca. Eché la vista para atrás, y todos estaban separados en grupitos. Jorge y Brenda se encontraban detrás del todo, después estaban Minho, Thomas y Eileen, y en primera fila, observándome atentamente estaban Airon y Newt. Ví a mi hermana, charlar con los dos chicos, con una gran sonrisa en la cara, no la había visto así desde... las erupciones solares.

Volví la vista al frente. Nos encontrábamos en un lugar desolado, rodeado por bosques y montañas, un lugar que debió de ser precioso en su día. Levanté mi camiseta, y cogí un cuchillo al azar. Lo puse a la altura de mi vientre, y pasé el dedo índice por la afilada hoja. ¿Me estaba replanteando eliminarme a mi misma, antes de que se me fuera la cabeza? Sería una locura, pero también lo mas lógico y normal; no dejar que las personas que quieres te vean convertida en otra persona que ni tu mismo conoces.

Había visto a muchos raros en todo ese tiempo, eran capaces de comerse los unos a los otros sin escrupulos, capaces de hacer cualquier cosa. Eran como demonios que se habían apoderado de los cuerpos de aquellas personas. Recuerdo cuando ví por última vez a mi madre, cuando ya no era ella misma, cuando el diablo ya se había apoderado de ella, recuerdo haberla mirado a los ojos, y ver que ella seguía allí dentro, luchando contra el monstruo que controlaba su cuerpo.

Entonces escuché un sonido familiar que provenía del cielo. Alcé la mirada y ahí estaba, una nave militar de los Estados Unidos que antes utilizaba el gobierno. Pasó por encima de nuestras cabezas a una velocidad alucinante, pero no nos puso atención ninguna el que iba en ella, siguió su camino, y yo lo seguí con la mirada. Forcé la vista, y allí me encontré, unos muros gigantes que rodeaban algo que antes debía de haber sido una gran ciudad. Habíamos llegado a Denver.

¿Qué se suponía que tenía que hacer yo ahora? Todos tenían futuro, menos yo, mi aventura había terminado, no tenía que esconderme, no tenía que escapar de nadie, al fin y al cabo iba a morir igualmente. Estabamos a unos metros de las grandes puertas que llevaban a la ciudad. Todos se me quedaron mirando.

- ¿Qué ocurre? Venga, entremos -les dije a todos.

Jorge suspiró y me informó de lo que sucedía. No podía entrar a la ciudad, aquellos gigantes muros, se encontraban allí por la seguridad de la ciudad y por la gente que se encontraba allí. Una tecnología de lo mas avanzada protegía la ciudad de la gente infectada, de los raros. Con una sola prueba de seguridad, descubrirían que estaba infectada, y seguramente me fusilarían ahí mismo, o puede que algo peor. Eileen me miraba asustada, supuse que no quería dejarme allí fuera, sola.

- Iros -señalé los muros para que se dirigieran hacia ellos-, estaré bien.

Eileen dio unos cuantos pasos hacia mi.

- Jenebith...

- No importa Eil -agaché la cabeza para no ver su rostro- Yo...yo estaré bien -volví a alzar la cabeza y esta vez la mire a los ojos-. No me pueden hacer nada, ya me ha sido todo arrebatado.

- Pe...pero podemos probar -dijo señalando las grandes puertas-, una prueba.

Nadie dijo nada.

- Paso -le contesté-, no quiero que me fusilen delante de todos.

Todos me miraban, les daba pena.

- Si estas sola tanto tiempo el proceso será mas rápido -me informó Jorge.

- Tranquilo -dije, dando grandes zancadas hacia Airon. Hice que se girara y le robé una pistola que tenía en la espalda-. No dejaré que el proceso continúe.

Cargué el arma, y la posé sobre mi cabeza, haciendo el sonido del disparo con la boca.

- Veo que ya se te va la cabeza -soltó Minho.

Metí el arma en la parte trasera de mis pantalones, ignorando el estúpido comentario que acababa de soltar el chino. Señalé las puertas con la cabeza.

- Creo que deberíais entrar. En cualquier momento podría aparecer cualquier mierda.

Thomas se llevaba las manos a la cabeza mientras que giraba sobre sus talones. Brenda se apoyaba sobre un pie, y los demás perdían el tiempo mirándome. Justo en el instante en el que Jorge dio un paso atrás Newt habló:

- Me quedaré con ella -dijo y se acercó a mi cojeando.

Todos se giraron al momento.

- Esta bien -dijo Jorge, y siguió a Brenda que estaba camino a las grandes puertas.

Thomas dudó un instante, hasta que Minho posó la mano sobre su hombro, y Eileen y estos dos caminaron detrás de Brenda y Jorge.

Ví que Newt y Airon se miraban.

- Nos veremos en dos días -me dijo Airon con total seguridad.

- Estaré bien -le dije.

Éste asintió, y sin previo aviso, me abrazó. Nunca había hecho esto, jamás, no nos solíamos dar abrazos ni nada parecido, nos queríamos, pero siempre hubo una pared entre nosotros para expresar nuestros sentimientos. De seguido agarrandome de los hombros, me apartó aproximadamente un metro -lo que medían sus brazos-, y mirándome a los ojos me habló:

- Estaras bien.

- Lo estaré.

Dio unos pasos hacia las grandes puertas, pero volvió a girarse y miró a Newt, estos dos asintieron con la cabeza, y mi hermano se alejó con un paso ligero. Eileen se giró y me miró, esta vez con una mirada audaz. Me susurró algo, observé sus labios, cada minúsculo movimiento, hasta descubrir el mensaje: no estás infectada.

A/N
Hi shanks! ¿Que tal os va la vida? Espero que bien.
Bueno, después de muuuucho tiempo vengo con un nuevo capítulo, algo mierdoso por cierto, pero lo tenía que hacer para que los siguientes sean mejores y mas intrigantes y xupis.
¿Creéis que ocurrirá algo entré Jen y Newt mientras que los demás estén en la ciudad? Uhmm.. yo creo que Jen no es de esas que se tiran al primero que se encuentran xd
Me encantaría saber lo que opinais sobre éste capítulo o la historia, por lo que os pediría que comentarais y ya de paso le dierais thumbs up!
P.D. Creo que la historia la llevaré mas al día, ya que creo que la trama es bastante interesante.
Hasta la próxima verduchos!

LA CURA {The Maze Runner}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora