capitulo 8 (la llegada de Yuri y la llegada de nuevo golpes)0

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[Pov Becky]

— Haeng es muy divertido, mami. - habló en el camino de regreso a casa

—¿Crees que es divertido? —Le pregunté y ella asintió

-Si. Me hizo reír mucho. Espero que otro día te quedes dormida para que me lleves contigo a la empresa y esté con Haeng. - reí ante las incoherencias de mi hija.

Durante el trayecto Sam miró una repostería fina, insistió que pasáramos a comprar algo y sinceramente con solo ver los pequeños panquecitos sobre la vitrina se te hacía agua la boca, así que aparqué mi auto en el estacionamiento que brindaba el local.

Bajé junto a mi hija y entramos a la cafetería, Sam corrió hacia el mostrador mirando los postres, la señorita que nos atendió nos dijo de que era cada pastelillo.

Sam pidió uno de chocolate con pedazos pequeños de fresas encima, yo pedí uno de baileys cubierto de chocolate blanco.

Nos sentamos en una mesa, había poca gente así que no sufrimos en estar buscando una disponible. Después de varios minutos llegó un joven ofreciéndonos algo de beber, lo cual accedimos.
Mi hija pidió un batido de fresa y yo un de chocolate.
El mesero llegó con nuestro pedido después de quince minutos.

—¿Becky? —Escuché mi nombre en voz que ya no había escuchado en mucho tiempo.
Miré y ahí estaba, Yuri. Mi mejor amiga - Becky, oh por dios. - no dijo más y me levanté para abrazarla

—No puedo creer que estés aquí. - dije mientras la abrazaba. Al separarnos me sonrió con lágrimas en sus ojos

—Dios flaca, te extrañé tanto. - volvió abrazarme - Ya casi ocho años sin verte.

—Lo sé. No llores Yu, que también me harás llorar. - suspiré y limpie las pequeñas lágrimas que caían es su rostro

—¿Cómo te ha ido? —Preguntó

—Bien, y ¿a tí? ¿Tiene mucho tiempo que estás en Tailandia?

—Me alegra mucho. La verdad me ha ido más o menos. Llegué hace una semana. - noté que Yuri miró atenta a Sam - ¿Apoco tuviste otra hermana? —Preguntó mirando a mi hija.

—No ... Ella es mi hija. Se llama Samantha, saluda hija. - le dije a Sam y sonrió

-Hola. - levantó su manito en forma de saludo y dió un sorbo a su batido, por otro Yuri tenía su cara de asombro al saber que es mi hija

—¿A los cuántos años te embarazaste? —Preguntó en un tono bajo para que mi hija no escuchara

—A los quince ...— hablé un poco apenada - La verdad fue difícil pero mi hija me hace muy feliz. - mostré mi sonrisa

—La verdad me da gusto saber eso Becky ...— acarició mi hombro y en ese momento vi a una chica morena tomarla de la cintura

—Ya mi amor. - le habló a Yuri y la miré confundida

— Becky, te presento a mi novia Nam, amor te presento a Becky, mi mejor amiga de la infancia.

¿Novia? Estoy confundida, antes que Yuri se fuera de Tailandia era la más hetero del colegio, inclusive hubo una ocasión que jugamos el famoso juego de la botella, un viejo amigo le puso como reto a Yuri que besara a una chica llamada Daniella o besar al chico más feo de la clase, Yuri prefirió besar al niño lleno de acné y bigote por salir.
Sinceramente yo hubiera preferido besar a Daniella, no estaba fea la niña.
En fin, el caso es que Yuri hacia todo por mostrar su heterosexualidad, cosa que ahorita me sorprende

—Mucho gusto. Becky. - me presenté estrechando la mano de la novia de mi amiga - No pensé que te gustaban las chicas. - le dije a Yuri y ella sonrió negando

—Las personas cambiamos Bec, además desde que conocí a Nam me causó mariposas en el estómago desde que la vi, comenzamos a tratarnos y me di cuenta que estaba enamorada de ella ...

—¿Estabas enamorada? —Preguntó Nam a su novia

—Lo estoy tonta. Sigo enamorada de ti desde el día que te conocí. - besó ligeramente los labios de la morena y sonrieron - Nosotros nos vamos Becky un gusto volver a verte, amiga. - me abrazó - Podemos pasarnos nuestros números telefónicos para estar en contacto y juntarnos un día ¿te parece?

—Por supuesto Yu.

Después de haber intercambiado nuestros números telefónicos, besó ligeramente mi mejilla y la mi hija, Nam hizo el mismo gesto conmigo y Sam y salieron de la cafetería subiendo a un taxi.

—Mami. - me llamó mi hija y la miré por el retrovisor - Esa mujer ¿es tu mejor amiga? —Preguntó y asentí

—Sí hijo. Yuri y yo somos amigas desde que íbamos al jardín de n***s, estuvimos juntas desde ahí hasta primer año de secundaria. - respondí

—Que guay, mami. James y yo nos conocemos desde bebés, ojalá que James o yo nunca nos separamos. - me gustaba escuchar esas palabras de mi pequeña

—Eso nunca pasará, hija, James y tú crecerán juntos así como Kade y tu mamá Freen.

—Si mami, solo hay un detalle. - la miré algo confundida

—¿Cuál, hija?

—Yo no quiero ser como mamá Fre. - no sabía que responder, aunque Sam fuera pequeña ella era muy inteligente

—Verás que serás mucho mejor que ella. - respondí lo más sensato que le podía responder a mi hija

Aparqué mi mini cooper en la cochera, vi el auto de Freen, tal vez ella no salió de casa, al parecer si se tomó enserio su descanso.

Ayudé a mi hija a bajar del auto y tomando su pequeña maleta que llevó a la empresa.
Me encargué de abrir la puerta principal y al entrar me encontré a mi esposa enojada, lo notaba en su mirada

—¿Dónde mierda estaban? —Preguntó seria y noté que mi hija comenzó a tensarse

—Estábamos en la empresa y pasamos a una repostería, pedimos un batido y ... ya ...— dije con dificultad porque su mirada cada vez se volvía más fuerte

—Ah ... ¿y yo aquí esperandolas para comer mientras ustedes pasan a una maldita repostería a comer su estúpido batido?

— Freen, nosotras no pensamos que tú todavía no comías ... nunca comemos las tres juntas, per ...— Freen me tomó de mi cabello jalando y lanzándome al sofá

Comenzó a golpear mi rostro, yo le suplicaba que no me golpeara más porque mi hija estaba mirando y llorando, escuchaba como le decía a Freen que ya no me golpeara.
Sin embargo ... ella seguía golpeándome como si le hubiera hecho algo.
Golpe tras golpe sobre mi cara y cuerpo. En estos momentos lo que más me dolía era escuchar a mi pequeña suplicándole a su madre que parara

—¡A VER SI CON ESTO APRENDES! —Soltó un golpe más cerca de mi ojo derecho

—Ya Fre ...— le dije con dificultad y ella se separó de mí

—Mamita ...— escuché la voz de mi niña llorando - Ya no le pegues a mi mamita, ella no te ha echo nada. - le dijo mi hija a su madre y ella lo miró

Vi como Freen se estaba acercando a ella pero ahí si no, que me pegara a mí pero no a ella

—¡ Freen no! —La empujé y tomé a mi hija - A ella no le pegas. - dije llorando y abrazando a mi hija

Ella no dijo más y salió de la casa dándole un gran puertazo a la puerta.

—Ya mi amor ...— lo abracé con fuerza

—Tengo miedo, mami ...— estaba llorando en mi pecho

—No mi niña, no tengas miedo. - hice que me mirara y besé su frente - Yo te voy a proteger ¿ok?

—Mami, tu labio está sangrando. - dijo y toqué mi labio sintiendo un líquido - Tenemos que ir al doctor, mamita.

—No hija, ven abrázame. - la tomé entre mis brazos - Te amo mi niña...

A promise is a promiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora