TREINTA Y CUATRO

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    Con unos suaves golpes en la puerta, Kouki esperó.
 
    La persona dentro de la sala del consejo estudiantil parecía haberse levantado con pereza y caminó sin ánimos a abrir la puerta.

    En la sala del consejo estudiantil, solo los miembros podían entrar sin tocar, por lo que la persona dentro sin dudas parecía no querer abrirla, porque sin dudas significaba que un estudiante fue a quejarse de algo con el consejo estudiantil.

    Tal vez era nuevamente el representante del club de artes, que se quejaba del club de basebol por arruinar los cuadros que se secaban al sol.

    La puerta se abrió lentamente.

    — Vaya, no pareces contento de verme, ¿debería irme?

    — ...

    Luego de un segundo, los ojos de Seijuro brillaron y una gran sonrisa se formó en sus labios.

    Estaban en la misma aula y sus pupitres estaban uno frente al otro, pero casi no podían interactuar.

   Como presidente del consejo estudiantil, Seijuro debía hacer mucho trabajo, y aún ahora más, ya que debía hacer mucho papeleo para cuando le pase el mando al seguiente presidente.

    Sinceramente, Seijuro esperaba irse pronto, ya es su tercer año como presidente, y no le importaba haber roto el récord de ser el estudiante con más tiempo siendo presidente en toda la historia de la escuela, siempre odió serlo.

    Y ahora que tenía novio, sentía más necesidad de pedir la jubilación para poder perder el tiempo en sus brazos.

    Kouki entró a la sala sin permiso, pero Seijuro fue más feliz con esto y lo siguió por detrás como un perrito fiel.

    — Kise-kun me llamo y me pidió que me asegurara de que seguías vivo. Dijo que tenías mucho trabajo.

    — ...

    La sonrisa de Seijuro se borró y fue reemplazada por un puchero.

    — ¿Entonces no vienes a visitar a tu novio porque lo extrañas?

    — Te veo todos los días y almuerzo contigo, te la pasas pegado a mi en todos los recesos como una sanguijuela también. Solo no me viste durante tres días en la escuela por mi suspensión, y hablando de eso, aún sigo molesto por el drama que hiciste en la entrada, Seijuro.

    Al puchero de Seijuro se le unió un ceño fruncido y unos brazos cruzados.

    Hoy Kouki volvió de su suspensión de tres días, y si bien tuvo citas con Seijuro en esos tres días (además de que también despertó en su casa uno de esos y lo acompañó a la escuela de paso), Seijuro no podía estar mucho tiempo con él gracias a su apretada agenda, por lo que hoy, feliz de poder pasar más tiempo con Kouki, lo espero en la entrada de la escuela y corrió a abrazarlo, incluso lo besó en los labios por la emoción. Fue un beso rápido, pero sin dudas impactante para todos los que veían la escena (que no fueron pocos).

    Seijuro no veía el problema, él solo quería besar a su novio así que lo hizo.

    — ...

    Kouki lo miró por unos segundos, pero la expresión de Seijuro no cambio. Soltando un suspiro cansado, Kouki fue hacia Seijuro.

    'No puedo negarme a ese rostro tan tierno...'

    Finalmente, Seijuro sonrió y abrió sus brazos. Kouki se metió allí y se colgó de su cuello, mirando a Seijuro como si mirara a una mosca molesta.

    — Eres insoportable.

    — Pero sigo siendo tu insoportable novio. Tienes responsabilidades que mantener.

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