VEINTICUATRO

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‼️ este capítulo este fuera de la cronología porque wt puto no me deja acomodarlo :) ‼️
(los caps 22 y 23 están esparcidos más adelante, por favor, busquenlos y leanlos antes de llegar acá 😩😩)



    Cuando Kouki entró al aula, todos callaron. 

    Normalmente, ignoraría esto, que sucede más a diario de lo que quisiera, pero un grupo de chicas se metieron en su camino.

    Oh sorpresa, Sana lideraba en el medio, y las moscas de la última vez eran su séquito.

    Ella sonrió con arrogancia, con el mentón en el cielo y los brazos cruzados.

    — Diles, Furihata. Diles que no dejas de pegarte como una ramera a Akashi-k-sama... ¡Lo pones incómodo! ¡No le agradas, mucho menos le vas a gustar! ¡Deja de ponerlo en situaciones embarazosas!

    Luego de sus gritos, las tres moscas a su lado le dieron la razón, y entonces, los demás empezaron a cuchichear.

    Aún así, el rostro de Furihata se mostró imperturbable viendo esto.

    — Supongo que tienes razón. Me alejaré. Cuando terminemos el trabajo grupal, si quieres, hasta cambiaré de asientos con el que quiera estar ahí.

    — ...

    Sana abrió su boca, pero no pudo decir nada.

    ¿En serio fue tan fácil?

    Entonces, para su suerte, sus amigas hablaron.

    — ¡No jodas! ¡Es obvio que estás mintiendo!

    — ¡Si! ¡Es imposible que te rindas tan fácil!

    — ¡¿Crees que somos idiotas?!

    — Lo creo.

    — ...

    — ...

    — ...

    Nuevamente, no supieron que responder.

    — Yo también lo creo. ¿Quién es tan idiota como para alterar tanto los hechos? Me hubiera gustado que la historia contada sea la verdadera, en realidad, ajajaja.
   
    — ...

    Kouki frunció el ceño y miró hacia atrás, donde estaba la peor persona que hubiera querido que apareciera.

    Seijuro sonrió radiantemente ante la mirada furiosa de Kouki.

    ¿Esta demás decir que le encantaba recibir esa mirada...? El imaginar apasiguarlo era la gloria, ¿Cómo se sentirá cuando Kouki quiera ser cariñoso con él? No le molesta ser el que se apegue, pero le gustaría que de vez en cuando Kouki busque su atención.

    Bueno, tenían toda la vida para eso, Seijuro aún no estaba apurando en que Kouki sea mimoso, pero si estaba apurado en tenerlo para él solo...

    — ¿A-a qué se refieres, Akashi-sama...? Está bromeando, ¿verdad?

    — ¿Broma? ¿No eras tú la bromista?

    Los ojos de Sana temblaron y miró a su alrededor. En esta escuela, donde los chismes reinaban, y los furtes siempre ganaban, los alumnos solo podían decidir quién sería el siguiente en venirse a bajo a cambio de que los de arriba se hagan más fuertes.

    Y los de arriba, inevitablemente, son regidos por él, Akashi Seijuro.

    Sana eligió al oponente incorrecto.

    Porque ahora, fuera de la vista de los demás, Furihata Kouki es el que tiene en la palma de su mano a Akashi Seijuro.

    Si Akashi Seijuro decidía ser amigo de Furihata Kouki, los demás no tendría más remedio que apartarse, no hay nadie en la escuela que no supiera lo sobreprotector que es este con los suyos.

    Y ahora, gracias a su propia estupidez, Sana es la que más probabilidad tiene de ser la siguiente marginada.

    — ...

    El único que no se veía feliz era Kouki.

     Estuvo a punto de hablar y negar alguno hechos, aclarar otros y terminar con la conversación. Pero el timbre sonó, y ya nadie pudo hacer nada.

    — ...

    — ¿Nos sentamos?

    El único que parecía ajeno era Seijuro, que le habló a Kouki, sonriéndole. No esperó a que le contestara y lo tomó de la muñeca, arrastrándolo a sus asientos, que coincidentemente, estaban uno frente al otro.

    — Suéltame, puedo llegar solo.

    — ¿Es así?

    Seijuro rió, pero no lo soltó hasta ver a Kouki sentado en su lugar.

    — Agradecería que no te cambiaras de asiento. Eres el único que no me desagrada de aquí.

    — ...

    Los demás no sabían cómo reaccionar.

    Kouki susurró con una voz de ultratumba:— Te la verás conmigo, bastardo...

    En cambio, Seijuro sonrió radiantemente, feliz de que Kouki simplemente le hablara:— Si... Por cierto, ¿quieres salir hoy?

    — ... No quiero.

    — ¿A dónde quieres ir? Es un día tranquilo y pacífico, ¿que tal al acuario? ¿O tal vez al zoológico? Si quieres algo más íntimo, tengo una sala de cine en casa, ¿Quieres ir?

    — N-.

    — Bien. Iré por tí luego de la escuela. No... ¿Que tal si vamos directamente al terminar el horario escolar? Ah... Tengo el club... ¿Debería dejarlo e ir contigo? ¿O qué tal si vas a verme? Me luciré completamente para tí. Podrías hacerme porras y llevarme agu-

    — Presidente... El profesor ya está aquí y quiere tomar la clase, ¿podría cerrar la boca?

    — Oh, vaya. ¿Que tal si terminamos de discutir en el receso? ¿O qué tal si solo vienes conmigo luego de la escuela? Ven al club conmigo...

    — ...

    Los que veían la interacción y escucharon brevemente, solo pudieron abrir sus bocas a esperar moscas.

    Su Presidente, cordial y recto... ¿Siempre fue tan parlanchín y juguetón...?




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