PROLOGO

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Dos años después. New York, 18 de abril.

Después de tres horas de viaje en tren, Camila baja de el con Elisabeth en brazos. La niña tiene el cabello castaño atrapado en una coleta de caballo. Un overol azul, una camiseta larga y unas Converse de su talla. Es realmente guapa. Su piel blanca y sus mejillas ligeramente coloradas acentúan el verde suave de sus ojos. Sí... se le parece mucho.

Camila mira a ambos lados. "Eli" como ella le dice, está jugando concentrada con su celular, haciendo sonar las teclas del móvil. Sus ojos miran la pantalla totalmente maravillada y perdida en su mundo, mientras su madre camina y hace mover su cuerpecito de un lado para otro. De pronto, una llamada. La pantalla cambia y un nombre aparece en ella

- Dame eso cariño. - le pide Camila y con una expresión fastidiada, Eli le sede el móvil a su madre. - ¿hola? - contesta ella, logrando ubicar un asiento en medio de la estación de tren.

- ¿Cómo están? - la voz de Travis suena irritada. Aún está jodido y enojado por la descabellada idea que Camila ha tenido sobre ir a New York una vez más. Pero nunca podía convencerla ni interceder en sus decisiones.

- Bien... - Camila suelta un suspiro. Toma asiento sobre la butaca larga y sienta a Eli sobre sus piernas. - esto ha sido un tanto largo, es todo.

- ¿No te arrepientes?

- Sabes que no.

- Mnh. - Travis niega con la cabeza en la otra línea. - ¿Cómo está ella?

- Mejor que nunca. - Camila sonríe y mira a su hija con ternura, jugando con su cabello.

- Dile que la extraño mucho...

- Lo haré, creo que ella también te extra...

- Y a ti. A ti también te extraño muchísimo Camila.

Ella sonríe y baja la mirada.

- Vamos a estar bien.

- ¿Tú me extrañas?

- Por favor... por supuesto que sí Travis.

- No debiste irte. No sabes cuan jodido estoy por eso.

- Te lo digo una vez más, vamos a estar bien ¿vale? No tienes de que preocuparte. Sé defenderme, lo aprendí de ti. - Camila aprieta a Eli contra ella y la abraza suave.

- Ya sé... ya sé... - refunfuña en el teléfono. - pero me gusta protegerte.

- Ya lo has hecho por dos años.

Un silencio grande se abre entre los dos.

Sí... dos años... dos años protegiéndola de Tentation. De los peligros que ella misma había decidido llevar alguna vez. De toda esa mierda, convertida en mafia, que ahora la busca por no haber completado una misión.

- Oye...

- ¿Sí?

- Si Lauren... si algo sale mal con ella... sabes que siempre voy a estar para ti, Cabello. - traga saliva. Solo con ella había logrado hundir tanto su ego como para decirle esto a alguien. Le necesitaba. Como al maldito aire que estaba ligado para poder sobrevivir. Y estaba dispuesto a hacer lo que sea por ella, aunque Camila después de dos largos años, haya preferido ir en busca de Lauren para enfrentarla... que quedarse con él. - quiero que tú y Elisabeth estén bien, nena.

Camila suelta un suspiro... un viento desacomoda el cabello de Eli y lo hace desordenarse por sus mejillas. Pero aun así va guapa. Es preciosa y se le parece mucho. Ella es la razón por la que está ahí en New York. La única razón válida que tiene para ver a Lauren una vez más. Para enfrentarle tal vez por última vez. Sabe que con Tentation buscándola no tiene mucho para elegir, que aun así con la ayuda de Travis la encontrarán en algún momento. Además, no quiere involucrar a su hija en todo ese mundo de armas, dinero y gente muerta. Necesita de Lauren. Necesita decirle que su hija acaba de cumplir dos años y que le necesita, mucho... como ella.

- Vamos a estar bien. - repite Camila por última vez.

TENTATION 3 CAMREN G!PWhere stories live. Discover now