Su jefe era un tirano por el día y un playboy por la noche; y él solo era su asistente hasta que le propone un nuevo contrato.
-¿Cómo su asistente personal?
-No. Como mi prometido.
¿Qué puede suceder cuando ambos se detestan y tienen que actuar ena...
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Como era de esperarse, la casa de los Choi era grande pero con un toque moderno y hogareño. Un jardín enorme en la entrada, con flores bien cuidadas y recién regadas. Tenía un ventanal que dejaba ver el interior, habían varias personas riendo y conversando.
Ahora les tocaba a ellos.
Jimin seguía dentro del auto mientras Jungkook salía y le abría la puerta extendiéndole la mano.
—Sabes que contigo iría a dónde sea, corazón —evidentemente, era sarcasmo.
—Vamos allá.
Jimin aceptó la mano de Jungkook y bajó del auto mientras observaba con más detenimiento dicha casa. Los Choi vivían con todos las comodidades, era increíble.
—Intenta no ponerte tenso cuando esté cerca de ti —susurró Jungkook.
De pronto sintió su brazo pasar por su cintura y apegarse a él. Jimin estaba metido en su papel, no lo alejó, se comportó como si lo que hiciera el señor Jeon fuera lo más natural del mundo. Aunque se podía notar una pizca de nerviosismo.
—Tienes que relajarte.
Jimin apretó los labios, soltando un suspiro.
—Tal vez tú estés acostumbrado a llamar mucho la atención, Jungkook, yo no. —miró una vez más a su alrededor y el miedo comenzó a reflejarse en su rostro—. Este... este no es mi mundo —murmuró—, se van a dar cuenta que todo esto es falso. Lo haré mal.
—Jimin —llamó Jungkook agachando un poco la cabeza para poder mirarlo a los ojos—. No se darán cuenta. Voy a estar a tu lado todo el tiempo y nos comportaremos como si estuviéramos enamorados. Todos creerán que he elegido mi nuestra relación por encima de mi carrera. Tú solo finge que me adoras, ¿bien?
Jimin no respondió nada, aún estaba nervioso.
—Sé que puedes hacerlo. Ambos necesitamos que esto salga bien —volvió hablar Jungkook, animando un poco.
Jimin vio por encima de su hombro y luego miró a Jungkook.
—Choi viene hacia nosotros.
Sonrió.
—Pues ha llegado la hora de empezar el espectáculo, mi amor. Te voy a besar y fingiremos como tal.
Jeon Jungkook y Park Jimin felizmente comprometidos.
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