DIECISÉIS - PRESENTE

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"I've got a hundred million reasons to walk away
But baby, I just need one good one to stay"

Million reasons, Lady Gaga

•••

Harry estaba soñando. Lo sabía porque estaba de nuevo en el piso que compartía con Chris, vagando por el pasillo sin saber muy bien adónde iba. Todo estaba a oscuras y le costaba distinguir lo que tenía delante. No sabía por qué, pero sentía un par de ojos clavados en su nuca. El corazón le latía a toda velocidad y tenía todos los músculos en tensión, como si esperara que alguien saliera de la oscuridad y lo atacara.

De repente, la habitación que se encontraba a su derecha se iluminaba. Harry se giró bruscamente hacia la luz, sobresaltado, y sintió ganas de vomitar al ver lo que ocurría dentro. Allí estaba Chris, metido en la cama con una mujer mientras ambos jadeaban y se besaban y pasaban sus manos por la piel desnuda sin ningún tipo de pudor.

Harry se quedó paralizado en la puerta sin saber qué hacer. Una cosa era saber que Chris llevaba engañándolo todos esos años y otra muy distinta verlo con sus propios ojos. Con Harry nunca había gemido así. Con Harry nunca le había acariciado el pelo y susurrado cosas dulces al oído. Con Harry nunca había habido más que una necesidad casi animal.

Y entonces Chris lo miraba a los ojos mientras chupaba el cuello de la mujer, con una sonrisa de medio lado que le causaba escalofríos. La mujer jadeaba de placer mientras Chris marcaba todo su cuello con cercos oscuros, y Chris no apartaba su mirada gris y gélida de Harry.

Harry quería huir, correr lejos de aquella escena y despertar por fin de aquella pesadilla, pero sus pies parecían estar pegados al suelo y no podía ni moverse.

Chris escondió su rostro en el hombro de la mujer, y Harry dejó de respirar cuando lo levantó de nuevo. Porque aquel ya no era Chris.

Louis le dedicó una sonrisa fría y calculadora y se separó de la mujer para salir de la cama. Tan solo llevaba los calzoncillos puestos cuando se dirigió a Harry y se detuvo frente a él. Sus tatuajes habían perdido nitidez con el paso de los años, pero aún tenía sobre la piel los recuerdos de su relación con Harry. Y sobre ellos, marcas rojas y moradas que hicieron que Harry sintiera ácido en las venas.

—No esperaba que llegaras tan pronto, amor —le dijo Louis con una voz dulce y susurrante que le puso la piel de gallina a Harry—. Si no, hubiera acabado esto antes…

—No eres real… —musitó Harry, pero le temblaba la voz.

—Claro que soy real —se rio Louis—. Soy real para ti, al menos. ¿No era esto lo que pensabas que hacía cada vez que salía con mis amigos? ¿No confiabas tan poco en mí que creías que te estaba engañando? Pues era cierto, ya lo ves.

Harry cerró los ojos con fuerza, intentando despertar. No soportaba seguir mirando a aquel Louis que no se parecía en nada a su Louis pero que resultaba tan real de un modo que le provocaba escalofríos.

—Tú no eres Louis, no eres…

Louis lo interrumpió con una carcajada seca.

—Y todavía pensabas que yo te quería. ¿Yo, quererte a ti? ¿A un niño que se escondía a llorar en el baño y no era capaz de defenderse solo? ¿A un chico inseguro y asustado del mundo y de la gente? ¿A un hombre que sabe que nadie va a quererlo porque jamás será suficiente? ¡Nunca te he querido, Harry! ¡Tan solo me dabas lástima!

Y ahí estaba, cada inseguridad que Harry había sentido en su relación, cada miedo y cada pensamiento asustado, expuesto frente a él como si no fuera más que algo absurdo. Lo que para Harry era una flor de pétalos tan delicados que el mero roce con los dedos podía estropearlos para Louis no significaba nada. Eran hierbajos que podía pisotear con una sonrisa en el rostro.

When we were young - L.S.Where stories live. Discover now