Timeless Academia

Orleans: Capítulo 13

Santo contra Santo

A medida que el grupo continuaba hacia Orleans, notaron que el entorno comenzaba a cambiar a su alrededor. Mientras corrían por las llanuras cubiertas de hierba, notarían que el verde de la hierba comenzaba a desvanecerse, convirtiéndose en un marrón amarillento. Más lejos, faltaría la hierba en parches, quemada hasta convertirse en ceniza. Entonces, la hierba desaparecería casi por completo, con solo la tierra chamuscada debajo de ella para ser pisoteada. Mientras se apresuraban, pronto descubrieron por qué.

Se encontraron con una enorme extensión de tierra quemada, casi negra como si un gran incendio forestal hubiera arrasado el área. Sin embargo, no fue algo tan mundano lo que causó esto. Eso quedó claro cuando corrieron más lejos y vieron la forma crecer en la distancia.

La enorme figura de Fafnir se sentó en las llanuras abiertas y carbonizadas, con las alas desplegadas y los colmillos al descubierto mientras esperaba a su enemigo mortal. Encima de su espalda estaba la Bruja Dragón, rebosante de confianza cuando vio acercarse a su contraparte. Wyverns volaba en círculos sobre sus cabezas, contando por cientos. Todas las bestias restantes bajo su control se habían reunido allí según sus órdenes. Todo iba exactamente como ella quería. Cualesquiera que fueran los contratiempos menores que habían ocurrido en el camino, ahora no significaban nada.

Entonces, ¿por qué sus enemigos se acercaban sin miedo?

"Veo que finalmente lo lograste". comentó cuando el grupo se detuvo delante de ella. "Supongo que debería felicitarte por venir voluntariamente a enfrentar tus muertes. Es estúpido, pero supongo que podrías verlo como valiente. Si solo quisieras salvar las apariencias, de todos modos".

Ninguna respuesta. El grupo reunido simplemente la miró, desafiante pero callado. Eso fue diferente. Sería una cosa si le tuvieran miedo, pero claramente no lo tenían. No estaba segura de por qué, pero eso ya estaba empezando a irritarla.

"¿Y bien? ¿Nada que decir?" preguntó, manteniendo la mueca de suficiencia, principalmente para enmascarar su propia incertidumbre. Volvió su atención específicamente a Jeanne, levantando una ceja. "Vamos. Seguramente debes tener algo que decirme. ¿Tal vez tratar de convencerme de que estoy equivocado otra vez?" Ella se preguntó.

"Si no escuchaste antes, no lo harás ahora". Jeanne dijo sin dudarlo. "Hemos pasado el punto de hablar de esto, Dragon Witch. Esto termina hoy".

La Bruja Dragón se sorprendió por la entrega un tanto fría de Jeanne, pero mantuvo la compostura. "¿Oh, en serio? Así que has aceptado que solo eres las sobras que yo-"

" Tú no eres yo ". Jeanne interrumpió, su tono agudizándose por un momento. "No sé quién o qué eres, pero ya no tengo ninguna razón para dudar. Eres simplemente una amenaza para Francia. ¡Una que derribaremos, aquí y ahora!" ella declaró.

La frustración cruzó por el rostro de la Bruja Dragón, antes de que levantara la mano. "¡¿Es así?! ¡Mira por encima de ti y di eso otra vez!" Los wyverns que volaban en picado continuaron chillando y rugiendo entre sí, esperando la señal para atacar. "¡Caldeos! Querían saber 'qué sucede después', ¡¿verdad?! ¡Bueno, les diré! ¡Una vez que haya matado a todas las personas en Francia, quemaré toda la tierra hasta convertirla en cenizas! ¡Adelante! ¡Mis dragones lucharán entre sí en un conflicto sin fin! ¡Esa será la verdadera Guerra de los Cien Años! Pasó la mirada por las fuerzas reunidas, esperando sus reacciones. Seguramente esto les provocaría miedo.

Sus ojos se posaron en el Maestro de Caldea, pero todo lo que vio mirando hacia atrás fue, de todas las cosas, confusión . ¿Qué no podía comprender?

"La verdadera Jeanne tenía razón". dijo, probablemente sin querer lanzando otro golpe a la Bruja Dragón. "Hemos pasado el punto de hablar".

La Bruja Dragón gruñó y se preparó para dar la señal, cuando el sonido del fuego de un cañón interrumpió su tren de pensamientos. Miró a su izquierda justo a tiempo para ver cómo la bala de cañón golpeaba el costado de Fafnir, dañando solo levemente su piel pero generando un furioso rugido de todos modos.