Solo Él

CAPITULO 11: UN NUEVO COMIENZO

Me encuentro caminando, sola, sin un rumbo fijo con unas inmensas ganas de llorar, a pesar de haberle dicho todo eso, me dolió, es algo lógico estuve enamorada de él por muchas años, sin saber lo idiota que era, y me duele que él desde el comienzo me demostró su verdadero yo, y yo de estúpida quise darle una oportunidad pensando que si lo perdonaba una vez cambiaría por mí, pero solo demostró lo poco que valía para él, el descaro de mentirme y de verme la cara, me lastima más recordar como yo si le decía un te amo de verdad y los suyos solo eran palabras sin sentimiento.

— Todo es mi culpa. — Mis lágrimas empiezan a surgir y me desplomo en el piso.

No es tu culpa, tu confiaste en él y no lo valoró, el único culpable es él.

— Pero mira que tenemos por aquí — Escucho la voz de un hombre que me hace levantar la cara.

— Es una belleza. — Dice otro hombre mientras agarra mi mentón y yo por inercia aparto su mano con olor a cigarrillos.

— No me toques. — Le digo mientras me levanto con brusquedad del suelo.

— Es agresiva, te cuidado, nos puede arañar. — El hombre que habló primero me tomó del cabello y me tiró al suelo.

Un tipo se subió sobre mí y mis reflejos hicieron que le pegara justo en su entrepierna, lo logré quitar de encima y me paré, pero el otro tipo me agarró bien fuerte y me acorraló en una pared, sujetando mis piernas y mis manos, empezó a besar mi cuello y pues le mordí una oreja.

— AAAAH, ERES UNA PERRA. — Así es soy una perra.

Él me soltó por el dolor, pero no logré escapar, el chico al que le pegué venía corriendo hacia mí, pero recibió un golpe que no fue mío.

— ¿Qué haces aquí? — Lo miro incrédula.

— Decidí que es momento de darlo todo por ti. — Me sonríe.

— ¿Qué quieres decir con eso Josh? — Lo miro con los ojos abiertos.

— Hablemos después, mejor corramos — Josh me tomó de una mano y empezamos a correr siendo perseguidos por esos hombres.

Corrimos lo más que pudimos y nos le perdimos a esos hombres en un callejón, Josh y yo nos miramos riendo y fue cuestión de segundos, para empezar a besarnos de una manera desesperada, no sé si era la adrenalina o si era atracción, pero solo sé que ese beso fue el mejor de toda mi vida.

— ¿Qué hacías ahí? — Me separo, para mirarlo.

— Luego de estar distanciados y de extrañarte tanto, supe que no solo me gustabas, sino que mi atracción por ti va más allá del lado físico. — Él me mira. — Jess yo... YO TE AMO. — Y con eso fue suficiente para besarlo.

Ese beso fue tan especial, era un beso con sentimiento nada parecido a los que le daba a Max, creo que lo que sentía por Max era solo una atracción física, era mi amor platónico nunca debió ser más que eso.

— Pero. ¾ Él se separa. — Entenderé que no sientas lo mismo, no te obligaré a nada, pero eso no impedirá que te joda la vida hasta enamorarte. — Me lo dice mientras pone su frente en la mía.

— Por qué no viniste por mi tiempo antes. — Lo miro a los ojos.

— Estaba dolido, primero te culpé por haberme dado falsas ilusiones, pero era porque no podía soportar el hecho que otro me haya ganado y luego recapacité, la culpa era mía, no luché lo suficiente para llamar tu atención desde antes, nunca me esforcé en enamorarte por miedo al rechazo, siempre fuiste tan inalcanzable para mí, hasta que entramos este año, que decidí hablarte y tú, tu no me ignoraste, y decidí acercarme más a ti, hasta que sucedió lo del beso, y tu rechazo, después de esa leve depresión, decidí dejar ese estúpido orgullo a un lado y darlo todo por ti. — Su confesión me hace derramar lágrimas.