CAPITULO 9: CAE MÁS RAPIDO UN MENTIROS QUE UN COJO

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Cae más rápido un mentiros que un cojo, eso aplica también para los que ocultan cosas, como yo por ejemplo; Max y yo vimos las dos películas de los ilusionistas, se nos hizo muy tarde y no contamos con esto.

— ¿TE BRINDÉ CONFIANZA Y ASÍ ME PAGAS? ¿AHORA TENGO QUE QUEDARME CONTIGO COMO UN POLICÍA? MADURA DE UNA VEZ JESSICA. — Mi hermano me grita mientras yo solo lloro.

— Hey, hermano cálmate. — Max se le acerca, pero es imposible es como una fiera.

— CALLATE IMBECIL, vete de mi casa, AHORA. — Con la actitud de Matt, siento que va a golpearlo.

— Solo vete Max, yo me encargo. — Le sonrío.

Matt llegó más temprano de lo habitual, y Max y yo estábamos terminando de ver los ilusionistas 2, no nos dimos cuenta cuando entró a la casa, solo supimos que llegó cuando entró a mi habitación y nos encontró a los dos en la cama, obviamente no estábamos haciendo algo malo, solo estábamos viendo la película, y empezó a gritarnos como un loco, Camila estaba detrás de él, intentó calmarlo, pero no pudo.

— ¿Por qué? — solo lo miro — Por qué me desobedeces? ¿Por qué no me tomas enserio como un hermano mayor? POR QUE SIEMPRE PASAS ENCIMA DE MI COMO SI NO EXISTIERA, me he esforzado tanto para estar para ti y para rendir en la universidad y ¿así me pagas?

— Lo lamento, sabía que te ibas a poner así si te contaba lo de Max... — Él me interrumpe.

— Cuanto llevan. — Me dice más calmado.

— Una semana. — Le digo como susurro

— ¿Alguna vez te escapaste con él? — Me mira serio.

— Matt yo... — No me deja terminar.

— Contesta, sí o no. — está muy, muy enojado.

— Si. — Miro hacia abajo apenada.

— Muy bien, veo que ya sabes tomar decisiones por ti misma, está bien, no me volveré a involucrar en tu vida. — se da media vuelta.

— Matt, no me hables así okay? Me equivoqué, solo no digas eso. — Mis ojos se ponen llorosos.

— Y qué más da Jessica, de todos modos mi opinión no importa, descansa. — Y sin nada más que decir, se va.

— No te preocupes Jessica, hablaré con él ¿sí? Está enojado, se le pasará. — Camila me abraza y se va.

Me siento terrible, me siento la peor persona del mundo, lastimé a la única persona que me amaba y velaba por mí, él se esforzaba tanto por mí; mi celular me sacó de mis pensamientos, era Josh.

— Hola Josh, que tal.

— Bien Maestra y ¿tú? Te noto rara, ¿estuviste llorando? — Me habla con tono de preocupación.

— Discutí con Matt, y se enojó mucho, me siento muy mal. — Empiezo a llorar.

— Por favor Jess, no llores, ¿sí? Quisiera poder ir y abrazarte, pero estoy aquí amarrado. — Lo dice con un tono de desilusión.

— No hace falta Josh, estaré bien. — Sonrío levemente.

— No me convences, quiero que dejes de llorar, porque si no me pondré triste también. — Su tono triste hace que me lo creo.

— No te pongas triste Josh, eso no te va a ayudar en tu recuperación. — Le digo un poco molesta.

— Todo depende de ti, si dejas de llorar, yo me pondré feliz. — Sé que está sonriendo y sonrío con solo imaginarlo.

— ¿Quieres decir que tu estado de ánimo depende del mío? — Le pregunto dudosa.

— Así es. — Yo sonrío

— Eres un raro. — Río cuando se lo digo.

— Me encanta escucharte reír. — Y nos quedamos en silencio, pero es un silencio cómodo.

Así pasamos toda la noche, él contándome historias que le sucedieron en el hospital, haciéndome reír, nunca recibí un mensaje de Max, ni una llamada, ni nada, es como si se hubiera olvidado de mí.

Lunes, estoy arreglando las cosas para ir al hospital de Josh, estando ya lista salgo de mi habitación y bajo, me encuentro a mi hermano.

— Voy a salir. — Le digo sonriente.

— No me importa. — Y él me dice serio; así es, sigue enojado y eso me pone mal.

Llego al hospital en donde me espera mi alumno muy juicioso.

— ¿Cómo está mi alumno preferido? — Le sonrío.

— Soy tu único alumno. — Él sonríe, ¿ya les he dicho que su sonrisa me encanta?

— Por eso eres mi preferido, empecemos las lecciones de hoy.

Pasaron 4 horas y decidimos descansar, las enfermeras nos trajeron un refrigerio que estaba deliciosos, Josh come muy bien aquí.

— Tienes algo, en la mejilla Jess. — Me dice Josh desde su lugar mientras yo me intento limpiar.

— ¿Ya? — Él sonríe.

— Ven te limpio. — Me acerco a él y me limpia la mejilla.

— Gracias. — Lo miro a los ojos, no me había dado cuenta de que sus ojos son de un azul verdoso, son hermosos.

— Jess, ¿ya te he dicho que eres hermosa? — Me sonríe y yo rio.

— Si muchas veces... — Fui interrumpida por los labios de Josh.

Sus labios encajan perfectamente con los míos, están quietos, pero no por mucho tiempo, ha empezado a moverlos y yo le correspondo el beso, tengo un mar de emociones, jamás había sentido algo parecido por un beso, ni con Max... MIERDA, Max.

— Espera. — Me separo bruscamente.

— ¿Qué sucede Jess? — Él me mira sorprendido.

— Esto está mal, yo no puedo. — Me pongo nerviosa y empiezo a recoger mis cosas.

— ¿No entiendo que está mal? — Él me mira confundido.

— Que tengo novio Josh, eso está mal. — Le digo y nos quedamos en silencio. — Adiós.

Y sin más, salí lo más rápido que puede del hospital y empecé a sentirme culpable.

— Soy una persona horrible, no puedo creer lo que le hice a Max, él poniendo de su parte y yo besando a otro chico. — Me llevo mi mano a mis labios.

Pobre idiota que soy.



Mi hermoso Josh :(

Solo ÉlWhere stories live. Discover now