Capítulo 40: "Y volvemos a donde empezamos"

17.2K 1.2K 259
                                    

«Amelia, ¿qué ocurre?»

«No pasa nada, Jack».

«Pero si estás temblando»


—Las entrevistas cesarán hasta nuevo aviso, podrán continuar con sus labores sin necesidad de volver a reunirse con el abogado, eso no significa que vayan a dejar de ser investigados.

Diego nos obligó a ponerle una pausa al trabajo para darnos un anuncio importante.

Esperábamos buenas noticias, algo que nos diga que la compañía volverá a salir victoriosa al igual que las anteriores veces, pero ese pensamiento se esfumó al instante en el que empezó a hablar.

—Espero sigan con un gran desempeño y demuestren lo valiosos que son como trabajadores.

Cuando termina se asegura de encontrarse con mis ojos, y eso que estoy al final del grupo, tan lejos como pueda estar.

Nos dispersamos en silencio, esta vez sin el entusiasmo para los cuchicheos.

—Amelia. —Diego me llama. Giro para verlo, sin interés alguno—. Necesito hablar contigo.

Mierda. Ahora tengo terror.

Llegamos a su oficina, la que está al final del pasillo, separada de los demás, algo que me resulta solitario.

—Toma asiento.

Eso iba a hacer, pero supongo que debía esperar a que me diera su permiso. Ya colocado en su silla encuerada, se prepara para lanzarme sus intenciones.

—Debo suponer que ya se han dispersado rumores sobre el estado de la compañía, y que posiblemente sacaron las peores suposiciones. —Entrelaza sus dedos por encima del escritorio.

¿Quiere que conteste? No me sonó a pregunta así que no estoy segura.

—Y con el riesgo a perder más de lo que ya me han notificado, tengo algo que decirte. Porque, después de todo, se trata de ti —lo dice con la misma serenidad.

No sé si sentir escalofríos o agradecimiento. Esto es tan confuso.

—Amelia, las probabilidades de que la compañía cierre son altas —vocaliza lo más claro que puede, y sus ojos se enfocan en mí.

Entonces escalofríos.

—¿Qué tan altas? —pregunto con timidez.

—Las suficientes para que vayas buscando otro trabajo.

Se remueve para buscar otra posición, y de repente en mis ojos ya no lo veo tan altanero e inaccesible, hasta luce a como era antes de ser ascendido.

—Mira, a cada jefe de área le han pedido que se encarguen de despedir a su gente, prestándoles más atención a quienes se integraron hace poco, los cuales no son muchos. Ya tengo programados tres despidos para hoy y más para mañana, cuando se termine el mes solo quedará la mitad de trabajadores, los más antiguos.

¿Más antiguos? He trabajado por tres años en este lugar, ¿eso en qué lugar me pone?

—¿Qué tan antiguos?

—Mínimo cinco años en la compañía.

No puede ser. No puede ser cierto, maldita sea.

—Amelia, estoy haciendo todo lo posible para que puedas mantener tu trabajo el mayor tiempo posible, pero entro en la realidad de que no tengo suficiente poder para asegurar que lo vaya a conseguir, pero te doy mi palabra que no me daré por vencido.

¿Me van a dejar hablar? [Presente MVDH #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora