5. Toma tus pastillas, Baji

11.2K 1.7K 738
                                    

—Uno, dos, tres, cuatro...

Chifuyu canturreaba infantilmente en voz baja, saltando entre los espacios blancos del paso peatonal, siendo minucioso en no pisar otro lugar que no sea la pintura.

Baji caminaba detrás de él sin dejar de contemplarlo con un semblante de adoración en su cara. Después de enterarse que vivían en el mismo edificio, se ofreció a acompañarlo al colegio y para su enorme alegría este no se negó.

Su confianza ahora alcanzaba niveles bastante altos. Tenía la certeza que lograría conquistar el terco corazón de ese omega sin necesitar ningún consejo de Mitsuya o Draken (porque los de los demás eran igual de inservibles que ellos). Lo tenía bajo su total control...

—Oye, ¿por qué no has dicho nada? —Chifuyu lo miró inquisitivo y con un leve puchero adornando sus labios.

—Ah...

"Si vas a decir una estupidez mejor mantén cerrada esa boca tuya"

El comentario de Mikey había calado en él más profundo de lo que cualquiera hubiera esperado. No lo hizo sentir herido ni nada por el estilo (porque aceptaba su veracidad), pero si le evocó una potente paranoia; así que simplemente decidió tomárselo muy literal.

—¿Es alguna clase rara de ley del hielo? ¿Te enojaste por algo?

Baji sacudió su cabeza con vehemencia.

—¿Entonces qué te pasa? —Ladeó ligeramente su cabeza y lo miro curioso.

Baji abrió la boca para hablar, pero su cuerpo jugó en su contra dejándolo sin voz y sin palabras certeras que decir. Permaneció quieto con los labios abiertos lo suficiente como para perturbar a Chifuyu.

El omega arrugó las cejas y torció los labios en un gesto enojado que alteró a Baji. Ya casi podía escuchar a Mikey diciendo: "si hablas lo arruinas y si no, también" con las carcajadas burlonas de Pah de fondo.

—De acuerdo. Tú y tu enojo, o lo que sea, pueden quedarse aquí. Me voy solo.

Baji gritó internamente mientras veía a Chifuyu alejarse de él a pasos raudos.

—Todo es tu culpa, enano desgraciado ¡POR ESO NO CRECES!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Todo es tu culpa, enano desgraciado ¡POR ESO NO CRECES!

—¡¿AH?! ¡¿Qué carajos te picó ahora?!

—Tómate un té, Baji.

Después de ser abandonado por Chifuyu, como si telepáticamente hubieran estado al corriente de la situación, recibió una videollamada de Draken y Mikey. La gente a su alrededor empezó a dedicarle miradas extrañadas cuando empezó a gritar insultos al celular.

—Debo asumir que las cosas no salieron muy bien —comentó Draken con una mueca irritada.

—¡JA! Te lo dije, Kenchin. Me debes diez dólares.

—¡¿Ustedes dos, imbéciles, estuvieron apostando sobre mí?!

—Vi la oportunidad y la usé —Mikey sonrió con la inocencia impregnando su rostro.

Misma inocencia que todos sabían de antemano era únicamente una fachada.

—Te tengo fe y así me pagas —masculló Draken, mientras se observaba como a regañadientes le entregaba a Mikey un billete.

—¡No! ¡Esta vez fue todo culpa de ese enano mosca muerta! —impostó señalando con el dedo índice el lugar que el aludido ocupaba en la pantalla.

—¿Mikey arruinó tu coqueteo con el omega? —Draken alzó una ceja con desconcierto.

—¡Exacto!

—¿Y lo hizo por telepatía?

El de baja estatura sonrió complacido de tener a Ken de su lado y luego apunto su dedo medio hacia Baji, sin borrar esa sonrisa.

—¡EXACTAMENTE, DRAKEN! Mikey encarnó en un maldito virus que está en mi cabeza y no para de joder.

—Toma tus pastillas, Baji —respondió el más bajo, dedicándole una expresión asqueada que fue secundada por una de vergüenza de Ken.

—Mira, no sé qué carajos hiciste para arruinarlo cuando no son ni siquiera las diez de la mañana —inició Draken—. Pero, si estás tan decidido a ir por ese omega solo ve tras él ¡sin intensidad innecesaria!

—¿Intenso yo? ¿pero, que dices?

—Claro, el loco soy yo --espetó ya con su paciencia escurriendo de sus límites—. Solo discúlpate o lo que sea. Invítalo a comer de nuevo, eso funcionó la primera vez.

—¿Mitsuya dónde estás cuándo te necesito? —lloriqueó.

—Que ni se entere de tu fiasco, porque le da un ataque y se nos va; no sin antes darte un buen zape por idiota —regañó Mikey con una postura severa que era imposible de tomar con seriedad debido al deje caprichoso que lo acompañaba.

—Mitsuya estaría decepcionado de ti —apoyó Draken con deje desalentador.

—¡Dejen de confabular contra mí! —Baji gritó acercando su celular a su cara de tal manera que Mikey y Ken solo visualizaban sus ojos y sus cejas arrugadas—. ¡Conquistaré a ese omega aunque me lleve toda una puta vida! ¡YA VERÁN, HARÉ QUE SE TRAGUEN SUS PALABRAS!

Y sin dejar espacio para respuestas, cortó la videollamada. 

 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¿Puedo ser tu alfa? | BajiFuyu (omegaverse)Where stories live. Discover now