Baji Keisuke, un alfa que siempre tuvo la impresión de que los omegas eran personas debiles con necesidad de ser protegidas.
Chifuyu Matsuno, un omega que llegó a su vida de forma tan salvaje que de inmediato transformó sus opiniones, dejando a Baji...
Al final del día cuando se reunió con su grupo de amigos, estos lo abarrotaron con un sinfín de preguntas sobre el omega. Sin embargo, Baji parecía haber entrado en estado catatónico debido a la carencia de respuestas o reacciones.
--Quieres que te devuelva a la realidad de un golpe ¿no? --Draken masculló con impaciencia.
--Su silencio lo dice todo: lo rechazaron --Mikey se carcajeó--. Anímate, libraste a ese pobre omega de aguantar tu idiot...
El rubio más bajo no pudo culminar su comentario debido a la manera en que Baji lo apresó con sus brazos con una fuerza que lo empequeñeció aún más; dejando a los demás presentes estáticos.
--¡MIKEY, NO SABES LO HERMOSO QUE FUE! --lloriqueó de felicidad.
--¡SUELTAME, APESTAS!
--Comimos juntos, lo acompañé a su casa y resulta que vivimos en el mismo edificio. --La expresión sonriente de Baji no fue perturbada ni cuando Draken agarró a Mikey de su coleta para atraerlo hacia él a la fuerza, recibiendo un alarido de parte de este--. ¿Ya debería planear nuestra boda?
--Calma tus huevos, Baji --Mitsuya espetó.
--Sí, primero deberías pensar en donde será la luna de miel. --Pah recibió un golpe en el estómago que lo dejó sin aire por un fragmento de parte de Draken, por el comentario.
--Te hemos dicho que vayas con calma --Ken habló con severidad--. No lo asustes con una de tus idioteces.
Mitsuya no pudo evitar sonreir ante el asentimiento de Baji acompañado con una solemnidad y firmeza que solo usaba a la hora de pelear. Apenas lo conocía y estaba haciendo de todo para llamar su atención, vaya.
--Has progresado bien. Ya tienes las bases, de ahora en adelante todo queda en tus manos.
--Si Baji va a actuar por cuenta propia, para mañana a primera hora del día ya será rechazado --intervino Mikey, intentando inutilmente arreglar su peinado, que había quedado flojo después del jalón de Draken (quién se había limitado a evadir sus quejas).
--Creo que todos estamos de acuerdo en eso --Pahchin comentó provocando las risas de los demás a excepción de Mitsuya y Baji.
--¡Mitsuya no me hagas esto! --lloriqueó el moreno--. ¡Sin tí todo se irá por el caño!
El aludido rio con incomodidad y algo de resignación.
--Estarás bien, Baji. Yo confío en ti --alentó, haciendo emerger una diminuta chispa de esperanza en él.
Mitsuya no mentía. Baji no era alguien reservado y antes de la llegada del tan nombrado omega, el alfa había tenido varias conquistas y citas de una sola noche. Siempre tuvo confianza en su galantería y el efecto adictivo que provocaba su aroma -el mismo lo admitía. Mikey incluso lo admitió a regañadientes un día-, pero nada nunca fue más allá de eso. Nunca hubo una real conquista ni un interés real, solo la necesidad de diversión y de ostentar su poder imperioso ante los demás.
Y ahora, que dudaba de todas sus palabras temiendo hacerle daño y pidiendo a ruegos una guía para no fallar en el trayecto; todo el grupo supo que esta vez esto iba en serio.
Otro detalle llamativo sería que a pesar de que la cantidad de conquistas de Baji es elevada, nunca se adhirió un omega a la lista. Todos eran betas en su mayoría y en raros casos alfas.
Ver actualmente a Baji perdiendo la cabeza con un omega difícil era toda una novedad y algo en lo que sus amigos depositaban silenciosamente todas sus esperanzas y buenos deseos.
--Por eso eres malo en las apuestas, Mitsuya.
--Cállate, Mikey.
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