¿Quién iba a decir que la Magia existe?
Toda mi vida he pensado que era solo una muchacha ordinaria como todas las demás.
Pero resulta, que eso es falso.
¡Soy Una Bruja!
Al igual que mis padres y mi hermano.
Lo bueno de estar en Hogwarts, no es la...
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Emma caminaba lentamente hasta el GC para poder desayunar, la chica estaba seria, algo inusual de ella. Ya no tenía esas feas ojeras debajo de sus ojos o estos inyectados en sangre, Se había cansado de llorar por alguién que no valga la pena. Además, no quería que su hermano la interrogara hasta el cansancio como la otra ves.
La pelirroja sabía que no debía llorar por un hombre, pero cuando se siente amor puro por alguién, por más que no no quiera, siempre terminará llorando como un bebé.
Soltó un suspiro, doblando en la esquina, acelerando su paso para no perderse nada de aquella deliciosa comida. Entró al GC con una pequeña sonrisa, miró como los jugadores de Gryffindor se estaban preparando para su primer partido de la temporada. Caminaba hasta su mesa, pero se detuvo al ver como sus amigas estaban hablando con unos chicos, alegremente. Sonrió y retomó su camino hasta la mesa de su hermano, sentándose a su lado.
-¿Qué tan estuvo?-Dijo Ron. Este miraba con una mueca su plato de comida.-
-¿Qué cosa?-Preguntó Hermione.-
-Su cena.-
-Muy bien... Entretenida.-Dijo Emma, llevándose un pedazo de waffle a la boca.-
-En pocas palabras... Aburrida.-Dijo Hermione soltando una risa.-
-A Harry le gustó el postre...-Dijo Emma sonriendo pícara. Este se sonrojó, fulminando a su hermana con la mirada.-
-Slughorn hará una fiesta de navidad.-Dijo Hermione, soltando el periódico.-Y podemos llevar a alguién.-
-Creo que iré sola.-Dijo Emma con una mueca, tomando un poco de jugo de calabaza.-
-Puedes ir conmigo.-Dijo Harry, mirándola.-
-Claro que no. Sería patético.-Se negó la pelirroja.-Te veo todo los días, no quiero ir contigo también a aquella fiesta.-
-Supongo que llevarás a Mclaggen ¿No?-Dijo Ron mirando a la castaña.-
-No. Te iba a invitar a ti.-Dijo Hermione. Emma sonrió, siguiendo con su desayuno.-
-¿De verdad?-Dijo Ron, asombrado.-
-¡Buena Suerte Hoy, Ron!-Dijo Lavender, llegando a su lado rápidamente.-Se que estarás brillante.-Dijo mirándolo fijamente.-
-Eso dio miedo.-Susurró Emma.-
-Ni que lo digas.-Le siguió su hermano.-
-¡Yo Renuncio!-Dijo de repente, Ron. Después del partido de hoy, que Mclaggen se quede con mi puesto.-
-¿Qué dices?-Dijo Emma confundida.-
-¡Si! Yo... No puedo...-Dijo Nervioso. Emma lo miró con una mueca, metió su mano en el bolsillo, sacando el pequeño frasco de Felix Felicis.-
