¿Quién iba a decir que la Magia existe?
Toda mi vida he pensado que era solo una muchacha ordinaria como todas las demás.
Pero resulta, que eso es falso.
¡Soy Una Bruja!
Al igual que mis padres y mi hermano.
Lo bueno de estar en Hogwarts, no es la...
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Emma caminaba hasta el campo de Quidditch, donde se encontraría con su hermano para hablar de todo lo que había pasado. Ella quería escuchar de lo que tenía que decir.
No le iba a contar sobre ser Descendiente de Merlín.
Dumbledore se lo había dicho y ella iba a obedecer. No era que no confiara en su hermano. Pero si el director tenía razón, Harry podría mostrárselo a Voldemort y todos estarían en un grabe problema.
La chica iba tan sumida en sus pensamientos, que no vio que un platinado venía hacia ella. Ambos chocaron, el chico tomó de la cintura de la pelirroja, evitando que esta cayera.
-Maldición.-Dice la chica en un gruñido. Levanta su mirada y se encuentra con los iris platas del platinado.-
-Fíjate por dónde vas, Potter.-Dice con una sonrisa burlona el chico.-
-Fíjate tú, Malfoy.-Le contesta la chica, sonriendo.-
-¿A dónde ibas tan apurada?-Le pregunta, Draco.-
-Tengo que hablar con mi hermano.-Le responde.-
-Ah, San Potter.-Dice en un gruñido.-El tramposo.-
-El no hizo trampa. Bueno... Eso espero. Es inocente hasta que se demuestre lo contrarío.-Dice Emma, suspirando.-
-Si claro.-Dice el chico rodando los ojos.-Por lo que veo, no sabías nada.-Dice mirándola a los ojos.-
-No, no sé nada. Por eso quería hablar con él, hasta que chocamos.-Le responde Emma.-
-Bueno Emma. Espero que hablemos más tiempo. Cuando puedas, veámonos en la torre de astronomía o en el lago negro.-Le digo el platinado.-
-Perfecto. Nos vemos luego, Rubio.-Dice Emma, besando la mejilla del chico y se aleja.-
El rubio la mira perderse por los pasillos, suspira y sigue su camino hasta la sala común de su casa.
Emma caminaba ligero, había llegado al campo. Entre las gradas, ve el cabello azabache de su hermano. Camina hasta allí, para colocarse a su lado.
-Hola Emma.-Dice el chico, mirándola.-
-Hola Hermanito.-Le dice la chica, con una pequeña sonrisa.-
-Emma Yo... Yo no quería esto. Créeme. No puse mi nombre en el cáliz o le dije a alguien. Tu más que nadie sabes que soy un asco con los hechizos o pociones.-Le dice desesperado el muchacho.-
-Al principio me había puesto mal. Pensé que querías hacer esto solo y no me lo habías dicho. Pero primero quería escuchar tu versión, antes de hablar o enojarme sin sentido.-Le dice a pelirroja, mirando el horizonte.-
