¿Quién iba a decir que la Magia existe?
Toda mi vida he pensado que era solo una muchacha ordinaria como todas las demás.
Pero resulta, que eso es falso.
¡Soy Una Bruja!
Al igual que mis padres y mi hermano.
Lo bueno de estar en Hogwarts, no es la...
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Hagrid, levanta su paraguas y comienza a golpear irregularmente la pared de ladrillos rojos. Los hermanos lo miraban con curiosidad.
De pronto, la pared comienza a abrirse.
-Bienvenidos Chicos, Al Callejón Diagon.-Dice Hagrid con una gran sonrisa.-
Los hermanos miraron y se sorprendieron al ver un gran calle con varias tiendas, personas con túnicas de colores y sombreros en punta.
-Increíble.-Dice Emma, mirando con asombro al lugar.-
Comenzaron a caminar por el callejón, Emma miraba cada tienda con alegría y curiosidad.
-Aquí encontraremos la tinta y las plumas.-Dice Hagrid.-
>Ahí, comprarán sus cosas para hacer hechizos.-Señala una tienda con cosas extrañas y de colores.-
-¡Esto es increíble, Hagrid!-Dice Emma dando saltitos de alegría.-
Harry miraba con una sonrisa a su hermana, jamás la había visto sonreír de esa manera y eso le alegraba el corazón.
-Pero Hagrid, nosotros no tenemos dinero. ¿Cómo vamos a comprar las cosas?-Dice Harry, mirando al hombre.-
-Ahí está el banco Harry. Su dinero está en Gringotts, no hay lugar más seguro.-Dice Hagrid, señalando a un gran establecimiento de color blanco con columnas altas y elegantes.-
-¿Dinero? ¿Tenemos Dinero?-Dice asombrada, Emma.-
Hagrid la mira con una sonrisa y les hace un ademán, para que entren al lugar. Dentro, era incluso más elegante que su vista desde afuera. Grandes candelabros con lo que parecían cristales preciosos, adornaban el techo alto del lugar, Unos grandes y altos escritorios se mostraban a cada costado, Allí, unos duendes vestidos elegantes y con rostros serios, miraban a las personas a las personas que entraban al lugar.
-¿Hagrid? ¿Qué son esas cosas?-Dice Harry, con algo de temor.-
-Duendes, Harry. Criaturas inteligentes pero nada amigables. No se alejen mucho.-Dice Hagrid, mirando de reojo a las criaturas.-
Hagrid los condujo hasta un duende en especial, un pequeño hombrecito con cabello blanco que los miraba sobre sus lentes.
-El señor y la Señorita Potter, vienen a hacer un retiro.-Le dice serio.-
-Y Digame...¿Los Jóvenes Potter tienen su llave?-Dice el duende.-
Hagrid asiente y comienza a buscar entre sus ropas. De uno de sus bolsillos, sacó una diminuta llave dorada.
-Aquí está.-Dice el semigigante, mostrando la llave.-Y también tengo otra cosa. El profesor Dumbledore, me dió esto.-Dice el hombre y le tiende un papel al duende.-
