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Mark golpeó su cabeza varias veces en el volante del auto mientras lloriqueaba. No podía cometer el mismo error dos veces, no podía ser normal, ya no era un error era el hecho de que su estupidez sobrepasaba los límites de la naturaleza.

-No. -se quejó nuevamente.

Miró su celular nuevamente y después se decidió que lo mejor sería llamarlo, después de todo no podía hacerlo sólo.

-Hey. -escuchó un saludo de respuesta. -¿Quieres devolver el tiempo a unos... Seis años?

Alzó la cabeza cuando escuchó a Donghyuck tocar la ventana y mirarlo con una sonrisa fuera del auto, quitó el seguro y su mejor amigo entro confundido.

-¿A que te refieres con devolver el tiempo? -preguntó mirándolo fijamente.

Mark miró el volante por casi un minuto sin decir nada para luego mirarlo.

-Salgamos. -susurró.

El menor no dijo nada más y salió del auto para luego seguir al mayor hacia la farmacia que estaba justo en frente de donde estaba estacionado, Donghyuck sólo se confundió más pero no hizo ninguna pregunta.

-Espérame aquí, ¿si?

Asintió aún confundido quedándose parado junto a la puerta, dedicándole una sonrisa incómoda a cada persona que entraba o salía. Luego de varios minutos Mark estuvo frente a el con un intento de sonrisa.

-¿Que pasa? -ya estaba ansioso.

-Vamos a casa.

Volvió a asentir sin decir nada.

Desde el día que Rosé se fue a Japón Mark no volvió a ser el mismo, se la pasaba como si estuviera modo avión, no entendía nada y no escuchaba cuando le hablaban, honestamente estaba preocupado por su amigo, pero ahora mismo no podía hacer más que seguirle el juego.

-Bueno...

Subieron al auto y luego de varios minutos llegaron al departamento.

-Iré al baño, ¿si?

-Mark, ¿de que va todo esto? -preguntó tirándose al sofá.

-Yo creo...-dijo en un susurro pero luego sacudió la cabeza. -Ya vuelvo.

Donghyuck rodó los ojos esperando por su mejor amigo, pasaron quince minutos y nada sucedía.

-¡Mark!

-¡Ya voy!

Escuchó los pasos del mayor hasta que llegó frente a el con la mirada baja y cubriendo algo con sus manos.

-¿Me vas a explicar?

Asintió mirándolo a través de sus pestañas. -Pero, no te enojes.

-Hay que ver que hiciste esta vez. -susurró cruzándose de brazos con una pequeña sonrisa.

-No. -dijo seriamente. En serio no te enojes....-le pasó el alargado palito que Donghyuck pudo identificar rápidamente como una prueba de embarazo.

Dos rayitas, positivo.

Donghyuck estuvo varios segundos mirando de la prueba hacía Mark para luego soltarla y llevar sus manos a su cabeza mientras apoyaba los codos en sus rodillas. Estuvo así por minutos.

-Hyuck...-susurró tocando su hombro.

El menor se incorporó tomando una respiración. Mirándolo sin pestañear por varios segundos.

-Tu...

-Haechan, yo se que...

-Tu estas loco. -asintió rápidamente. Mark, ¿estas embarazado de Yuta? -cuando el mayor iba a responder lo interrumpió poniéndose de pie.-¡De nuevo! Es que, ¿Ustedes no saben que es un maldito condón?

-No se, no se, no se.-negó cubriéndose el rostro.

-Si lo haces una vez se perdona, ¡Pero ya van por el segundo! ¿¡Cuando va a ser el maldito día en el que van a aprender!? Dos niños, tienen veinticuatro, yo...-negó con la cabeza.-Es que ustedes son los seres humanos más estúpidos del mundo...

Donghyuck continuo gritándole y diciéndole lo estúpido e idiota que era por haberse embarazado nuevamente.

-Si, pero ya Haechan que yo tampoco quería. -susurró con un puchero.

-Ya no se que más decirte.-negó por fin sentándose.-Voy a ser tío de nuevo.-sonrió.

-¿Eh?

-¡Ay espero que sea niño! -se acercó a Mark posando su mano en su vientre.

-Hyuck, ayúdame, ¿Que hago? -preguntó cubriendo sus ojos.

-¿Como qué que haces? -preguntó separándose. Obviamente vas a ir a tu trabajo vas a renunciar y te largaras a Japón con tu hija y el padre de tus hijos.

-Pero el contrato...

-Mark, si esa gente decide demandarte sólo usa tu poder de embarazado.-se encogió de hombros.-Y si aún así te demandan pues que Yuta lo resuelva, esta cagado en dinero. Y si el quiere a su futuro hijo con él deberá resolver todo porque su hijo está en tu pancita.

-No se si pueda aceptar eso.-dijo inseguro.

-Deberás.-asintió sonriendo. Acarició la inexistente pancita del mayor para luego alzar la mirada.

Mark tenía la misma mirada que aquella noche donde le había dicho que estaba embarazado de su primo y se negó a llamarlo para decirle. De eso habían pasado seis años y todos sabían como había terminado.

-Oh no, no, no y no.-se incorporó mirándolo seriamente.-No lo harás de nuevo, ¿okey? Te amo pero esta vez no te voy a ayudar, le diré yo si no le dices.

Mark lloriqueo.

-Tengo miedo, ¿Y si luego se queda con los dos? Haechan, él tiene dinero y yo no tengo nada, y si voy tampoco tendré trabajo, el juez se los dará sin pensarlo.

-Eso no va a suceder, verás que todo saldrá bien. -tomo sus manos apretándolas.

-¿Como sabes? -preguntó con los ojos llenos de lágrima.

-Makku, Yuta te ama...

-Obvio que no.-soltó una risita en medio de las lágrimas.-¿De que hablas?

Lo miró por unos segundos para luego sonreír.

-Él me lo dijo.









Gracias por leer cuídense los tkm

𝑅𝑜𝑠𝑒́ (yumark) EN EDICIÓN Where stories live. Discover now