9

364 59 12
                                    

Miró las grandes letras donde se podía leer "BookZone" y con un suspiro entro al lugar haciendo la campanita sonar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miró las grandes letras donde se podía leer "BookZone" y con un suspiro entro al lugar haciendo la campanita sonar. La chica sentada se puso de pie inmediatamente al verlo.

-Oh, buenos días señor Nakamoto .-se inclinó. -¿En que podemos ayudarlo?

-¿Donde está Lee Minhyung? -pregunto sin rodeos.

-Oh, está en su oficina, ¿necesita algo?

-Hablar con él.

La chica asintió con duda.

-Okey, iré a decirle. -rápidamente se dirigió a la oficina de Mark que daba vueltas en ella mientras leía un libro en voz alta. -Mark, alguien te busca,-sonrió.

-¿Eh? -preguntó confundido.

-Ven sal. -la chica creía que el chico moriría con esto. Tal vez tenía razón.

Mark asintió desconfiado pero al ver la sonrisa de la secretaría salió sonriendo, pero su sonrisa no duro ni cinco segundos al ver de quién se trataba. Su corazón comenzó a latir desenfrenado y no sabía si era por el miedo o porque todavía seguía causando efecto en él.

-Tenemos que hablar. -dijo Yuta acercándose.

-¿Que haces en mi trabajo? -preguntó alejándose del más alto.

-No sabía que tenía la entrada prohibida. -se encogió de hombros. Además no se ni porque te atreves a preguntar.

-Es que creí que nunca regresarías a Corea, de haberlo sabido lo hago. -respondió a la defensiva. -Además. -recalcó.-Te pregunto porque no tengo idea de lo que tengamos que hablar tu y yo.

-¿Quieres en serio tener esta conversación aquí? -levantó una de sus cejas.

Mark miró a su alrededor viendo como sus compañeros y secretarías miraban y escuchaban la discusión sin disimulo. Rodó los ojos dirigiéndose a su oficina siendo seguido por Yuta, cuando la puerta se cerró lo encaró.

-Por última vez, ¿Que quieres? -preguntó cruzándose de brazos.

Yuts cerró los ojos intentando no maldecir al canadiense, ¿Como se atrevía siquiera a hacerse el desentendido?

-Bien, ¿por que no me dijiste que estabas embarazado?

Mark se quedó en silencio unos segundos.

-¿Por que habría de decírtelo?

-¡Porque es mi hija, Mark!

-¿Como lo sabes?

Yuta soltó una risa pasando sus manos por su rostro. -¿En serio quieres jugar a esto? ¿Acaso quieres que llevemos esto más lejos y que un juez tome la decisión?

-¿Acaso me estas amenazando? -se señaló alterado.

-Entonces dime por que, ¿por que no me dijiste?

-¿Acaso eso te iba a importar Yuta? -rió. -Si a los cinco segundos de la llamada con la agencia te largaste a Japón, ¿querías que te detuviera? Yuta yo necesitaba estabilidad, a mi me prometiste el cielo y las estrellas y no cumpliste nada. -dijo con los dientes apretados. -Pudiste meterte conmigo y mentirme, pero a mi hija no le ibas a hacer lo mismo. -negó.

-Es que no te entiendo. Estas diciendo cosas que no sabes, tomaste decisiones sobre cosas que no sabías. ¿¡Como sabías cuál sería mi reacción!? ¡Estas hablando de mi hija!

-¿¡Y que querías que hiciera!? Jamás volviste.

-¡Podías llamarme y decirme que ibas a tener a mi hija! -gritó acercándose al más bajo.

Mark lo empujó con todas sus fuerzas.

-¿Tu hija!? ¿Tu hija imbécil? Es mía, ¡es mi hija!

-Es nuestra hija. -dijo firme. -Y me la arrebataste por seis años, Lee Minhyung te metiste con la persona equivocada.

-Supongo que haz cambiado.-susurró.

-Todos cambian.-se encogió de hombros. -Es que aún no puedo creer que tomaras la decisión de mi paternidad, no puedo creer que me privaras de eso.

-Ay Yuta por Dios, nos conocemos. -dijo ya cansado. -No estas hablando con un extraño yo te conozco. ¿Que querías? Te iba a decir y luego, luego te darían el contrato de Gucci y nos abandonarías para irte a Valencia, luego promocionarías Adidas y te irías a los Ángeles, ¿y mi hija? -Está vez fue Mark que se acercó. -No importo yo pero, ¿Mi hija? Yuta yo hice por ella, todo para que ella tuviera todo lo que necesitaba, amor y atención a la misma vez.

-Lo hiciste sólo porque quisiste. -reclamó.

-No estoy hablando sólo de lo económico Yuta.-gruñó sintiendo las lágrimas correr por sus mejillas. -No todo se trata de eso.

-¡Yo tampoco! -Yuta ya estaba desesperado. Apoyo sus manos en el escritorio.-Tu no sabías mi maldita reacción, no sabías de lo que iba a ser capaz, y perdona si te ofendo pero no estamos hablando de nuestra relación, estamos hablando de la hija que me ocultaste por seis años, eso no tiene precio Mark, no hay justificación.

Mark lo miró unos segundos para luego girarse y suspirar.

-Tu y yo sabemos que eres el ser más egoísta del mundo Yuta. -se giró. -No te mientas. -susurró negando. -Sal de mi oficina y vete mucho a la mierda, ¿si?

Yuta asintió incorporándose.

-Tomaré acciones legales en esto Mark. No se quedara así, te lo juro.

Salió de la oficina dando un fuerte portazo que hizo a Minhyung encogerse. Cubrió su rostro con sus manos mientras lloraba sacudiendo sus hombros.

¿Y ahora que mierda haría?

¿Y ahora que mierda haría?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑅𝑜𝑠𝑒́ (yumark) EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora