TÚ DECIDES

7.4K 544 81
                                    

{JACK}


No entiendo. De verdad que no lo entiendo. No sé qué le ha hecho Nash a mi prima. No sé con qué clase de hechizo ha vuelto a embrujarla justo ahora que se estaba dando cuenta de cómo era en realidad.
Los miro con asco, con odio, con un desconcierto total. Temo por Rachel. Sé que le hará daño y me estoy poniendo de los nervios. En una situación así, donde todos corremos peligro de muerte, debería olvidarse de tonterías de adolescentes y centrarse en sobrevivir. Y debería hacerme caso. Debería...
Desvío la mirada de ellos y sigo hablando con Alex y Roxanne.
- ¿Están juntos?- me pregunta Alex al darse cuenta de que los miraba.
- No lo sé. Hace un rato mi prima lo odiaba. Vio a Nash besándose con Maya y le impactó tanto que rompió a llorar por todo.
- Vaya- dice Roxanne, sorprendida.
- Qué hijo de puta, ¿no?- dice Alex.
- Eso mismo. Volverá a destrozarla en cuanto menos se lo espere. La pobre de mi prima es tonta, al final es como todas las demás, que asco de gente- digo asqueado-. No entiendo en qué cabeza cabe enamorarse al comienzo de un apocalipsis, si es que se puede llamar así...
- ¿Vas a hablar con ella?- me pregunta Roxanne.
- Cuando esté sola. Se va a enterar.
Las dos se ríen.
- ¿Qué piensas decirle?- me pregunta Alex.
- O Nash o yo. Que decida. No quiero continuar con mi prima a mi lado si está con Nash. Pienso seguir mi camino solo si elige a ojitos azules, no me importa. Mejor solo que mal acompañado y libre de estorbos. Porque son solo eso, estorbos.
- Que cruel- murmura Roxanne.
- Pues si sigues solo, voy contigo. Yo tampoco quiero ver como esos dos mongolos se besuquean todo el rato- dice Alex.
- Bueno, pero de momento nos quedamos aquí que estamos seguros, aunque no pienso dirigirles la palabra. A Nash por manipulador y a mi prima por ciega.

Dejamos de hablar y nos vamos a comer. En una parte de la sala principal, hay leña. Están asando algo en la hoguera. Es liebre.

Terminamos de comer y nos vamos a dormir. Hoy no nos duchamos. Se hará solo una vez por semana para no malgastar agua, a excepción de si llegamos sucios de algunas de las salidas con Larry.
No encuentro a Rachel sola, siempre va con Nash al lado. No me dirige la palabra en el resto del día y yo tampoco a ella. Todavía no he olvidado todo lo que me dijo.

Al día siguiente, me despierta de nuevo Larry con su peculiar linterna. Había olvidado por completo que nos tenía que entrenar. La sola idea de estar cerca de Nash me repugna. No sé si podré controlarme para no matarlo de un balazo.
Me levanto y me preparo para el nuevo entrenamiento.
Nash se cruza conmigo pero ni siquiera me mira. Yo sonrío malicioso al ver que tiene el ojo más morado que ayer. Ahora solo tengo que ponerle el otro ojo morado y ya haré una obra de arte.

Salimos al exterior. Larry nos entrega una pistola a cada uno, pesa más de lo que me imaginaba. Nos enseña cómo coger una pistola. Hay que tener un dedo siempre en el gatillo, pero sin llegar a apretarlo a menos que sea necesario. Luego nos enseña a apuntar y enfocar al objetivo. Es una pistola normal y corriente, no tiene mirilla.
- Si no sabéis enfocar, cerrad un ojo, os resultará más fácil- nos dice Larry.
- ¿Pero en qué lo vamos a probar? ¿En un zombi? ¿No es mejor practicar antes en una diana, una lata, una botella o algo por el estilo?- pregunto.
- No podemos hacer ruido en el campamento. Solo vais a disparar una vez a un caminante cada uno y luego nos largaremos corriendo.
Asiento con la cabeza y una vez que aprendemos a coger una pistola y apuntar con precisión, vamos a buscar zombis.
A Nash le cuesta menos manejar la pistola. Su padre es policía y ha visto como coge una pistola millones de veces. En cambio, yo al principio temblaba, pero aprendo a cogerla con precisión. Larry es un buen profesor.

Gruñidos a lo lejos.
- Shh- susurra Larry-. Creo que es uno solo. Voy a disparar yo. Mirad como se hace.
Larry se acerca y nosotros le seguimos por detrás. Apunta y dispara. Un sonido desgarra el silencio. La bala va a parar al cráneo del zombi, que enseguida pierde las pocas facultades corporales que le quedaban, y cae al suelo, muerto. Larry nos dijo que debíamos dispararle a la cabeza, pero eso ya lo sabíamos.

Apocalipsis Zeta - Parte 1: En busca de un lugar seguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora