UN CORAZÓN ROTO

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{RACHEL}


Aparto la mirada rápido cuando se encuentra con la de Nash, termino de tender una camisa blanca y me voy corriendo a mi dormitorio sin mirar atrás. Me meto en el saco de dormir y me pongo a llorar en silencio.
Lo sabía, sabía que esto iba a pasar. ¿Cómo no iba a poder resistirse Nash a una chica tan guapa como Maya? Pero no lloro solo por eso, lloro por todo. Ver a mi amor platónico besando a otra cuando ya me estaba empezando a hacer ilusiones solo ha sido la explosión que ha hecho que no pueda más y tenga que desahogarme, por mucho que haya intentado evitarlo hasta ahora.
Cuando los vi besándose se me partió el corazón, sentí como mi alma se rompía en dos. Aparté la mirada antes de seguir viendo más. Yo tenía que haber sido la que le besara, no ella. Yo le estaba dejando acercarse a mí, le había apoyado hasta ahora, lo había incluido en el grupo, le había salvado la vida, pero la poca distancia que nos separaba se acababa de romper en ese momento. No quiero volver a verlo, al final resultó que mi primo tenía razón, me daría de lado cuando viera a una chica más guapa que yo. Es un imbécil, un puto creído y un mujeriego. No volveré a mirarle, ni a dirigirle la palabra.
Mi llanto se hace sonoro. Y no lloro solo por perder una mínima oportunidad que tenía de estar con Nash. Se acopla todo, no saber nada de mis padres, la tensión acumulada por esta epidemia zombi, la muerte de mi mejor amiga, el misterio de este inminente apocalipsis, todo.

Noto una mano en mi espalda, pero no me vuelvo.
- Rachel...- susurra la voz de Jack-. ¿Qué te pasa?
Sigo llorando, me veo incapaz de contestar.
- ¿Por qué lloras?- insiste.
Me trago las lágrimas y me limpio la cara con las manos. Inspiro un momento y me giro hacia mi primo.
- Nada, es solo que necesitaba llorar un poco. Ya sabes, por todo lo que está pasando, los zombis, mis padres...- digo todavía sorbiéndome las lágrimas.
- ¿Solo eso?- me pregunta alzando las cejas-. Tú no eres de llorar, te conozco, prima. Te has estado aguantando hasta ahora y si has explotado es por algo. Hay algo más.
Odio que mi primo me conozca tan bien.
- Nash- suspiro, decido que le tengo que contar la verdad, es la única persona que me queda en la que puedo confiar.
Mi primo adopta una expresión furiosa.
- ¿Qué te ha hecho ese hijo de puta? Dímelo, que lo mato- dice Jack apretando los puños.
- No, déjalo, no quiero que le hagas nada- susurro limpiándome las lágrimas.
- ¿Pero se puede saber qué coño te ha hecho?
- Maya y él...- no puedo continuar y me muerdo los labios hasta sangrar para no llorar-. Pero no importa...
- Entiendo- dice mi primo asintiendo-. Ya te avisé, es un chico cualquiera, no tiene nada de especial, no iba a quedarse contigo habiendo una chica que deja embobado a cualquiera. Y Maya es igual, se deja llevar por él. Parecía una chica dura, pero es como todas las demás. "Normal people scare me"- dice Jack recitando su frase favorita.
- Pensé... que tal vez no era así, que podía tener una oportunidad con él- digo sentándome apoyada a la pared y mirando al suelo-. Ahora... estoy confusa... No sé lo que siento... No debería sentir nada, solo miedo.
- Lo mejor es que lo olvides. Ni le mires ni le hables- me dice y yo asiento.
- Es lo que iba a hacer. Ya no existe para mí.
- Muy bien. Eres fuerte, no dejes que te vea sufrir por él, no le des esa satisfacción- me dice Jack intentando consolarme.
- Gracias- le digo y él asiente.
- Descansa un poco- me dice y se va.
Al rato acabo durmiéndome. Me cuesta, pero al final me duermo.

Me despierto. Sigo en el dormitorio. Escucho ruidos, cerca. El rumor de dos bocas chocando. Abro los ojos y me incorporo.
Lo que veo me deja sin respiración. Ante mí tengo a Nash y a Maya dándose el lote en un rincón de la habitación. Trago saliva y aguanto como puedo las ganas de llorar.
Ellos notan que les miro y paran de besarse y toquetearse.
- Pensábamos que estabas dormida- dice Maya y Nash se queda callado, mirándome sin expresión ninguna.
- No pasa nada- logro murmurar y me levanto con intención de salir de allí cuanto antes.
Nash vuelve a mirar a Maya y la acerca a él para volver a besarla antes de que yo salga de la habitación.
Salgo de allí con un nudo en la garganta. Debería de darle vergüenza. Lo odio, lo odio, lo odio.
Llego a la sala principal y no me puedo creer lo que veo.
Allí están otra vez. Nash y Maya juntos en el centro de la sala, bailando sin música. Maya apoyando la cabeza en el abdomen de Nash, que es más alto que ella.
Me llevo las manos a la cabeza, mareada. Creo que me estoy volviendo loca. Salgo de allí corriendo y me meto por otro callejón. Ni siquiera sé adónde voy, solo quiero salir de allí.
Otra vez. Nash y Maya de la mano. Nash y Maya abrazados. Nash y Maya mirándose a los ojos. Por todas partes. Vaya donde vaya, allí están ellos, burlándose de mí, partiéndome el corazón en mil pedazos.

Y de repente dejan de ser humanos.

Son zombis.
Y luego escucho gritos.

Me despierto sobresaltada y respirando ajetreada. Miro por el cuarto. No hay nadie. Todo ha sido un sueño. Mejor dicho, una pesadilla.
- ¡Hijo de puta! ¿Qué haces?- se escucha gritar y salgo corriendo hacia aquella voz. Es de Nash. ¿Qué habrá pasado?
- No te acerques a ella nunca más- oigo decir a Jack justo cuando llego a la sala principal.
Nash tiene un ojo morado. Jack parece que está bien. Se han peleado. Mi primo no me ha hecho caso.
Maya sujeta a Nash. Nash quiere pegar a mi primo. Me acerco. No pienso dejar que eso suceda. Esto no tiene ningún sentido, deberíamos estar preocupándonos por los zombis de fuera y no en estas tonterías.
- ¿Qué pasa aquí?- pregunto y Jack se gira hacia mí.
- Nada- me dice y me coge del brazo, tirando de mí, alejándome de allí.
Me lleva de vuelta al dormitorio.
- Siento que hayas tenido que ver esto- me dice.
- ¿Que sientes qué? ¿Eres gilipollas o qué? ¡Te agradezco que te preocupes por mí pero creo que te dejé bien claro que no le hicieras daño!- le empujo un poco-. ¡Es una tontería de una cría como yo, solo eso!
- Lo siento. No pude evitarlo al mirarlo a la cara.
- Ni lo siento ni nada. ¡Vete!- le grito señalando hacia la salida-. No puedes decidir por mí. No tienes por qué defenderme. Soy mayorcita y no necesito que resuelvas mis problema. ¡Déjame sola! ¡No te conozco, no eres el Jack que conocía, eres un monstruo!- le grito enfadada y se queda mirándome con la boca abierta. Niega con la cabeza y se va apretando los dientes.
Sé que le he herido pero lo que ha hecho no me ha gustado nada. Aunque odie a Nash, aún siento algo muy profundo por él y no quiero que le hagan daño. Es muy raro. Mis sentimientos se contradicen.
Me enrollo en el saco de dormir y vuelvo a llorar en silencio. Pero esta vez no tardo en parar de llorar, ya basta por hoy. Se me han acabado las lágrimas.
Voy al cuarto de baño y me encierro allí. Me miro al espejo. Me limpio la cara para que no se note que he estado llorando y forzo una sonrisa frente al espejo, que pronto desaparece.
Salgo del baño y me encuentro allí, esperando, a la última persona que querría ver hoy.
- Hola- me dice y evito mirar sus ojos azules-. ¿Puedo hablar contigo un momento?

Apocalipsis Zeta - Parte 1: En busca de un lugar seguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora