Abogado de categoría A

capítulo: 2 pasante II

Haré todo lo posible para no huir de su excelencia... Del Abogado.

Al principio, su relación alumno-maestro no había sido tan mala.

La Universidad de Meizi tenía una tradición en la que, tres meses después de su fecha de inicio, se les pedía a los nuevos estudiantes que seleccionaran a un profesor como su mentor directo. Esto significó que los estudiantes que acababan de comenzar a adaptarse a su nuevo entorno y nuevas clases se vieron obligados a instalarse rápidamente y planificar un camino claro para su futuro.

Era una tradición maravillosa sobre el papel. Pero la ejecución real, fue una broma.

Cada año, cuando llegaba el momento de que los estudiantes hicieran su selección, los estudiantes de último año se reunían en el mercado electrónico de la escuela. Con rostros radiantes, venderían sus inventos de IA(inteligencia artificial) y medicamentos que afirman curar la ansiedad por la selección e incluso boletos de lotería especiales para atrapar a ciertos profesores. Los servicios ofrecidos eran completos y todo el proceso se había convertido en una máquina bien engrasada.

Aunque el proceso puede ser absurdo, el resultado final fue más o menos el mismo: la mayoría de los estudiantes terminaron eligiendo al profesor que les dio una buena impresión.

Basado en la personalidad de Gu Yan, Yan Suizhi sabía que Gu Yan no lo había seleccionado a través de una lotería. Gu Yan debe haber seguido los procedimientos de selección adecuados, lo que significaba que había hecho un intento genuino de caminar por el sendero montañoso de las "enseñanzas de su venerado maestro ''. Sin embargo, alguien debió haber alimentado al compañero Gu con veneno para ratas en el camino, y por eso había saltado de la montaña sin siquiera decir una palabra.

En esos raros momentos en los que emergía la conciencia de Yan Suizhi, reflexionaba sobre este problema en particular. Desafortunadamente, nunca pudo pensar en eso por más de unos minutos antes de ser interrumpido por asuntos laborales. Fue hasta el punto de que, durante mucho tiempo, no pudo entender por qué este compañero Gu se oponía tanto a él. Finalmente, Gu Yan se había graduado y Yan Suizhi ya no tenía necesidad de reflexionar.

...

Subir y bajar las escaleras tomó menos de medio minuto, pero el estimado profesor Yan aún se las arregló para desconectarse dentro de ese tiempo. Cuando recuperó los sentidos, Gu Yan ya se había hecho a un lado para dejar pasar al grupo de internos.

Después de todo, Gu Yan era su antiguo alumno, y Yan Sizhui no pudo evitar sentirse un poco arrepentido de que, en las circunstancias actuales, hubiera tan pocas palabras en su reunión.

Cuando estaba a punto de doblar una esquina en el segundo piso, Yan Suizhi se volvió y echó otra mirada hacia abajo. En ese momento exacto, Gu Yan, que había llegado al último escalón, se quitó el auricular inalámbrico y miró en su dirección.

Yan Suizhi se congeló.

Sin embargo, fue solo una mirada fugaz. La mirada de Gu Yan no se detuvo y la retiró con frialdad sin un solo cambio en su expresión o un cambio en su forma de andar. Ya estaba empujando para abrir una puerta en el piso de abajo sin mirar atrás.

Esta fue una reacción completamente normal de un extraño y Yan Suizhi simplemente levantó una ceja, se rascó la parte posterior de la cabeza y giró sobre sus talones. Caminó casualmente hasta el final del grupo de internos y entró en la sala de conferencias en el segundo piso.

"Las habitaciones por las que pasamos hace un momento son las oficinas de nuestros abogados", dijo la señorita Feizi, directora de recursos humanos. "Normalmente es difícil encontrar la sombra de los que acaban de pasar, hoy fue un día de suerte. Tuvieron la oportunidad de encontrar a algunos de ellos en las escaleras y saludarlos, excepto cierto caballero que estaba distraído.