A little bit yours » h.s

Capítulo 4

N/a: capítulo medio cortito, pero prefiero eso a seguir teniéndolos en la espera :) espero que les gustee se está poniendo buenoo

Londres, veinticuatro de noviembre, 2020.

—¿Es una puta broma? —Tess soltó luego de que le haya contado acerca de mi reencuentro con Harry—. Lena, ¿tan tonta fuiste?

—Lo sé, soy lo peor —empuñé mis ojos mientras me dejaba caer sobre mi cama, mi antebrazo cubriendo mis ojos y mi mano libre sosteniendo el teléfono contra mi oreja—. ¿Qué querías que hiciera? ¿O que le dijera? "Hola, sí, me fui sin decirte nada y ahora he vuelto, ¡sorpresa!"

Un gruñido fue lo siguiente que escuché y pude apostar que mi mejor amiga estaría sacudiendo su cabeza con los ojos en blanco en estos mismos momentos.

—Tarde o temprano deben hablar. Recuerda que fuiste tu la que pidió un tiempo... —señaló con cierta advertencia en su voz y el recuerdo de ese día llegó como un apretón en mi corazón.

—O quizás no y hacer como si nada hubiese pasado —propuse con una risa nerviosa y lo que recibí fue simplemente un silencio que me hizo temblar.

—Si estuviera contigo en estos momentos te habría golpeado ya una tercera vez —la amenaza me hizo reír de cierta manera y luego solté un suspiro—. Y si estás pensando en volver a Ecuador, juro por Dios que...

—No volveré —la corté de inmediato, dejándola sin palabras—. Y no pienses que es por Harry. No volveré porque quiero asegurarme de que mamá se recupere bien y también estar pendiente de ti, amiga.

—Aw, Lennyyyyy —alargó con un chillido conmovido—. Sólo falta que me digas que nos vamos a vivir juntas y juro que me caso contigo.

Reí ligeramente, dándome cuenta de que no era tan mala idea después de todo. Me ponía bastante tranquila saber que Tess no estaría sola por si llegase a pasar alguna emergencia, además que yo igual entendía un poco todo este tema del embarazo y maternidad debido a que me lo pasaron en la universidad, por lo que podría ser de bastante ayuda para ella. Además, no pensaba volver a trabajar en un buen tiempo, por lo que eventualmente, mantener mi departamento se me hará imposible.

—¿Y si hacemos eso? ¿Vivir juntas? —propuse y no tuve el tiempo de siquiera tapar mi oído cuando Tess volvió a chillar, esta vez de forma más aguda.

—¡Por favor en tu casa! Es más grande que este chiquero —habló apresuradamente y sonreí.

—Podemos adaptar la sala de estar para ese frijol —me carcajeé y escuché un grito ahogado por su parte.

—¿Acabas de llamar a mi bebé como una semilla?

—Hasta que sepamos si es niño o niña, lo o la llamaré frijol —sentencié y una risa salió de ella.

—Está bien. Hablaré con un amigo para que me ayude a poner en venta mi cuchitril. ¿Cuándo crees que podría mudarme?

—Lo antes posible, Tess —aseguré y me levanté hacia el baño, abriendo los primeros cajones para hacer un poco de espacio—. En estos momentos estoy dejándote los dos primeros cajones de mi baño vacíos.

—Lena, eres un ángel —habló ella mientras que yo seguía moviéndome por el departamento, buscando cajas y contándole cada uno de mis movimientos, guardando y sacando cosas que no sabía que tenía.