Capítulo 3

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N/a: perdón por la tardanzaaa, pero aquí les traigo un nuevo capítulo. Espero que les guste!


Londres, veintiuno de noviembre, 2020

Eran aproximadamente las nueve de la mañana cuando abrí mis ojos. Tess dormía plácidamente a mi lado, sus ojos estaban un poco hinchados y la piel alrededor de éstos se encontraban rojos luego de haber llorado prácticamente toda la noche por la noticia que definitivamente iba a cambiar toda su vida.

Habíamos conversado las opciones, y una de ellas era que definitivamente iba a tener al bebé y que luego verá si ponerlo en adopción o quedárselo, ya que la idea de abortar jamás pasará por su cabeza. Luego comenzó a analizar cómo iban a ser los siguientes meses para ella, pensando que todo será terrible y que tendrá el peor momento de su vida. No obstante, ambas estábamos muy cansadas, tanto que nuestras mentes no estaban al cien por ciento de racionalismo, así que habíamos decidido irnos a dormir y otro día conversar con calma.

Me levanté de la cama y me tomé una ducha rápida para después servirme un café para llevar y partir al hospital. No había dormido lo suficiente por toda la ansiedad que me estaban produciendo los últimos sucesos y cualquier persona estaría cansada por la privación de sueño que estaba experimentando luego del vuelo. Aun así, parecía como si hubiese dormido días enteros, ya que andaba con mucha energía y no me explicaba el por qué.

Luego de saludar a aquellos que se me cruzaban en el camino, entré a la habitación de mi madre y me detuve en seco al ver la radiante sonrisa de mi padre mientras conversaba con el doctor, Mariam preparando a mi mamá para la cirugía.

—Tendremos a una enfermera que estará avisándole cada hora —el doctor aseguró y mi papá asentía con la cabeza con cada información que le entregaba, haciéndome confundir aun más—. No sabemos cuánto nos demoraremos en realizar el procedimiento, pero no creo que sean más de cinco horas.

—Muchas gracias doctor —mi papá estrechó la mano del aludido y se giró para verme—. ¡Oh, Lena! ¡No te imaginas lo que acaba de pasar!

—Pues lo estoy viendo —asentí incrédula y un poco molesta, mirando cómo Mariam me guiñaba un ojo al mismo tiempo que arrastraba la cama de mi madre hacia afuera—. ¿Qué demonios, papá? ¿Dijiste que íbamos a ver las opciones?

—Oh, no querida, no es lo que parece —negó con una sonrisa, se veía extremadamente feliz y aliviado—. El doctor Brooks aquí me llamó hoy en la mañana para avisarme que alguien hizo una generosa donación para pagar toda la cirugía.

—¿Qué? ¿Quién? —intercambié mi vista entre los dos hombres frente a mí. El doctor Brooks se encogió de hombros.

—Fue completamente anónima, señorita Lena —hizo una mueca y sonrió abiertamente—. Es un milagro que haya ocurrido esto. Irene tuvo mucha suerte.

Entreabrí mi boca en mera sorpresa. ¿Una donación anónima? ¿Quién habrá sido la o el responsable de entregar esa cantidad de dinero? Un millón de libras esterlinas no era menor, así que seguramente tuvo que haber sido alguien ridículamente millonario o algún contacto que Duncan se consiguió con sus cercanos o algo así.

Era lo más lógico, después de todo su familia tuvo el lujo de arrendar el castillo de Belfast para la boda.

Aun así, la felicidad me recorrió entera, y sonreí de oreja a oreja mientras abrazaba a mi padre. Mamá iba a estar bien; sabía que el doctor Brooks era uno de los mejores cirujanos especializados en gastroenterología del hospital, por lo que podía asegurarme de que ella estaba en excelentes manos.

A little bit yours » h.sWhere stories live. Discover now