Tú y yo, algo inevitable (+18)

Capítulo 7

TYLER

Los chicos y yo nos encontrábamos en un reservado, sentados en un sillón de piel mientras nos tomábamos unas margaritas. Se encontraba un poco alejado de la multitud, para lo cual Carson y yo pagamos expresamente ya que, aunque habíamos podido comprobar que en Perth no éramos tan reconocidos, no queríamos arriesgarnos a que se montase una buena.

—Carson, ¿por qué cojones sonríes como si la mismísima Bella Hadid te hubiera pedido matrimonio? —le preguntó Jayden.

Mi amigo lo fulminó con la mirada.

—No estoy sonriendo, idiota—luego me miró a mí—He hablado con Emily. Vendrá con Ki en un rato.

—¿Ki? —arqueé las cejas.

Puso sus ojos oscuros en blanco.

—Ya estás con tus celos.

Sacudí la cabeza.

—No estoy celoso, imbécil—dije, pero no le hice mucho caso ya que mi mente solo pensaba en que volvería a ver a Kiara. Había estado pensando en ella durante todo el día. Lo cual había sido confuso y fastidioso. Creo que nunca una chica se había aparecido tanto en mi mente. Ni siquiera ella. Intenté convencerme de que solo pensaba en ella porque aún no estaba seguro de pedirle que fuera mi novia falsa. Pero para qué engañarme, ese pensamiento solo había ocupado un diez por ciento de mi mente. El otro noventa por ciento sólo había estado pensando en su sonrisa, en su pelo, en su cuerpo...

—¿Quiénes son? ¿Acabáis de llegar y ya os habéis echado novia? —preguntó Alex con curiosidad en sus ojos azules. Habíamos conocido a Alex y a Jayden hace un par de días cuando fuimos a explorar un arrecife bastante famoso de la ciudad y allí estaban ellos, buceando junto a todos los peces. Nos contaron que eran parte del equipo oficial de voleibol de la ciudad y que, aparte de eso, practicaban surf, piragüismo y buceo. Nosotros les dijimos que éramos futbolistas pero tampoco les dimos muchos más detalles. Congeniamos bastante bien con ellos. Se suele decir que entre deportistas nos entendemos y así fue. Jayden era idiota pero uno de esos idiotas muy graciosos. Todo lo que salía por su boca eran ocurrencias y bromas. Alex era más callado y tímido pero hasta lo que había podido conocer de él parecía un buen tipo.

—Solo son unas amigas—respondió Carson.

—Eso dilo por mí. Tú te has liado con Emily.

—Cállate, porque tú estás coladito por Kiara—dijo claramente burlándose de mí. No respondí. Solo me limité a enseñarle mi bonito dedo corazón.

Pasaron unos minutos en los que estuvimos charlando de temas banales. Jayden se puso a ligar con un grupo de chicas y una de ellas se quedó prendada de él. En unos cuantos segundos estaban liándose en la esquina del reservado.

—Hola, soy Michelle—una chica del grupo, alta, morena y de ojos verdosos se presentó. Llevaba un ajustado vestido rojo y me miraba con curiosidad y coquetería.

Hice un gesto con la cabeza a modo de saludo.

—Tyler.

—No te había visto nunca por aquí. Suelo venir casi todos los fines de semana—estrechó los ojos—Aunque me suena un poco tu cara...

Mierda.

—Será casualidad—traté de restarle importancia.

Me observó durante unos segundos y se encogió de hombros.

—¿Bailas?

Pensé en negarme pero quizá si la distraía no pensaría demasiado en por qué le resultaba familiar. Además, había venido a Perth a desconectar y entre las cosas que me ayudan a distraer mi mente están: primero, el soccer y segundo, enrollarme con alguna tía.