Los dragones son tan valiosos como el oro, sus escamas son utilizadas como moneda y su sangre es envidiada por muchos al creer que les dará vida eterna pero lo extremadamente valioso eran sus espléndidos ojos que utilizaban como joyas y otorgaban un extraño don al que lo tuviera en su posesión, aquel don escogía a su portador junto con la habilidad que le otorgaba. Las circunstancias de la vida me han condenado a cargar con este sufrimiento hasta que decida marcharme de este pueblo, hasta que mi corazón se vuelva un témpano y abandoné a mis hermanos con esa bestia, mi abuela no vivirá mucho más tiempo, en un par de años la muerte vendrá en su búsqueda y se la llevara de esta vida. La tiranía de la monarca mantiene al pueblo en un brumoso silencio camuflando el miedo. Obra registrada en Safe Creative bajo el Código 1701270461001 Prohibido su plagio total o parcial.