William se sentó a un borde de la cama. Mordió su labio inferior, haciendo temblar cada centímetro de su cuerpo, plagado por la ira. quería golpear todo a su alrededor, a pesar de que siempre se había considerado pacífico. Sin embargo, la situación lo ameritaba. su apartamento estaba sólo, las sábanas abandonadas y tenía la constancia, de que esa «Cosa» se había ido lejos junto con ese sujeto. ¿Qué más podía hacer?