El trabajo de verano de Candice no va a ser en la playa como salvavidas o trabajando en casetas de alquiler como el resto de gente de su edad. Con una madre soltera embarazada y que se niega a trabajar, Candice tiene que remplazarla en su trabajo como sirvienta doméstica en la casa de verano de una familia rica. Cuando la familia llega para su escapada de verano, Candice se sorprende al descubrir que el dueño de la casa es Justin Bieber, uno de los cantantes adolescentes más ardientes del mundo. Si Candice no se hubiese pasado toda su vida criando a su madre y cuidando la casa tal vez podría ser lo suficientemente normal como para sentirse emocionada por trabajar para una estrella del Pop. Aunque Candice no se siente impresionada por la fama de Justin, él se siente atraído por ella. Todo sobre Candice le fascina, pero lucha contra su atracción. Las relaciones nunca funcionan en su mundo y por mucho que la quiera, cree que ella se merece algo mejor. Para el final del verano, Justin descubre que no puede respirar sin Candice.