Driel, una elfa de los reinos del norte ha presenciado lo que puede suponer el principio del fin: la caída del imperio a manos de aquel que alguna vez amó. La ambición ha nublado los ojos de Valadel y a Driel sólo le queda un camino por recorrer, el de la venganza. Zedril lleva toda su vida escondiéndose en las profundidades del bosque junto a los suyos, anhelando por un mañana dónde los humanos recuperen lo que les fue arrebatado. Su espíritu combativo quiere marchar y tomar las armas, pero lo que no sabe es que ha vivido una gran mentira y que su destino fue sellado mucho tiempo atrás. Kalheim es un joven huérfano de guerra incapaz de sentir empatía, remordimiento o amor. Su sonrisa no es más que una careta para no desentonar entre la multitud. Apático y egoísta por naturaleza, su único objetivo en la vida siempre ha sido subsistir a pesar de tenerlo todo en contra dentro del infierno que es su vida. El pueblo de Kara siempre se ha mantenido al margen dentro de un mundo en continuo cambio. Cuando la amenaza de una próxima guerra se aproxime, tendrá que elegir entre no inmiscuirse en los asuntos que no atañen a los suyos o luchar fervientemente por sus ideales. Como si de un destino trazado por los cielos se tratase, los caminos de estos cuatro personajes convergerán.