Ese día no estaba siendo tan perfecto como ella esperaba. Su equipo había perdido el mundial, unos fanáticos del equipo rival habían manchado y roto su suéter carmesí y ahora una serie de mortifagos atacaban los campamentos. Mikka Han huia al igual que el resto de los aterrorizados magos y brujas. Se había separado de su hermano y ahora no tenia protección mágica alguna. Ella ya se daba por perdida al ver a aquel mortifago detrás suyo hasta que unos fuertes brazos la jalaron en dirección a unos arbustos. ¿ESTABA SALVADA?
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