Dos relatos con idéntico motivo. En el primero, el vigilante de la sala de estudios resulta un hombre pacífico y tranquilo, tras veinte años al servicio le proponen que gestione la sala de estudios durante la madrugada. Las cosas no le han ido bien últimamente y una tensa separación le ha dejado solo. Con la profesionalidad que le caracteriza se hace cargo de la sala y acomete con eficacia y disciplina su mandato. Resuelve con mano izquierda los conflictos naturales que se le presentan a lo largo de la noche. Poco a poco, impone su ley en la sala donde todo sucede según él lo tiene previsto. El silencio es para él un tesoro de incalculable valor y se empeña en que reine durante toda la noche. Sin embargo algo va a suceder... algo terrible... algo de impredecibles consecuencias que nadie es capaz de narrar desde entonces. El otro relato, es mejor que lo descubras, tiene en lo sorprendente de su narración un marcado carácter subjetivo y romántico. Una pequeña joya al menos para mí, que es criatura que nace de las yemas de mis dedos.
3 parts