Cuando Gerard Way, un hombre de treinta y cinco años, heredero y administrador de una grande empresa, conoce a un músico y enigmático joven, decide embarcarlo en un viaje para que más personas puedan oír su música. Viviendo así una experiencia llena de secretos y altibajos. «—Tú música es deprimente, ¿sabías eso?— soltó una carcajada al escuchar las primeras notas de una nueva canción. Frank se encontraba sentado en la cama de un motel, con su guitarra acústica, escribiendo en una libreta pautada. —A ti te gusta acostarte con chicos quince años más jóvenes que tú. A mí me gusta la tristeza.»