-¿Cuán duro puedes tomarlo? Jennie_ Fue descarada como el infierno desde el momento en que puse los ojos en ella. Era agresiva y dominante, con los brazos duros, y una voz de alborotadora de bar. Era demasiado guapa para su propio bien, con una mandíbula perfecta, y los ojos duros. Siempre llevé una vida bastante tranquila, pero podía decir a simple vista que esta mujer era peligrosa. Por muchas razones. La más importante era el aura de sexo bruto, sucio, y duro que irradiaba. Pensaba que sabía cómo manejar todo tipo de personas, pero esta me dejó desconcertada. Decir que no era mi tipo era ponerlo a la ligera. Pero no podía decirle eso a mi líbido. Ni siquiera cuando me enteré de la verdad. Mi amante me había mentido desde el principio. Nada acerca de nuestra reunión fue una coincidencia.