Padre mío, te pido sabiduría. Enséñame a vencer al Diablo que profana tu templo. Enséñame a enfrentar aquellos miedos que me hacen débil.
Oh Señor...Sálvame.
Padre mío, te pido sabiduría. Enséñame a vencer al Diablo que profana tu templo. Enséñame a enfrentar aquellos miedos que me hacen débil.
Oh Señor...Sálvame.
Se paró frente a una máscara blanca sólo con el orificio de los ojos, llamó su atención bastante, la levantó con curiosidad pensando, no tenía un origen, no tenía un legado, ¿padres? tampoco, no era...